Adolorida, atemorizada e indignada luce Fermina Pandia, la vendedora de salteñas y cobradora de combi, que fue agredida brutalmente por policías durante el desbloqueo en Alto Puno, en la salida a Juliaca.
POR QUERER GRABAR
Ella contó que en el lugar del bloqueo se dedicaba a vender sus productos y ese día estaba vendiendo chupetes cuando observó que llegaban los policías y al observar que un grupo de ellos arremetía contra varias vecinas trató de grabar el hecho con su celular y por ello le habrían impedido que lo haga y la razón de la intervención policial, según señaló.
TRABAJADORA
Fermina cuenta que ella se dedica a trabajar en lo que puede, vende salteñas, tamales, chupetes, es cobradora de combi y controladora de servicio urbano, además tiene 7 hijos y otros dos sobrinos huérfanos que los cría como si fueran sus hijos, ella cuenta que también fue huérfana de padres pero eso no la amilanó en la vida y trabaja para salir adelante, según contó su pareja la dejó cuando sus hijos eran pequeños.
PIDEN INVESTIGACIÓN
Ella, junto a Constantino Orihuela, fue detenida por la Policía, siendo llevada en un vehículo policial con el rostro ensangrentado, a la dependencia de Seguridad del Estado donde permaneció detenida hasta pasada las 10:20 p.m.
Según los videos difundidos en las redes sociales grafican que dos policías la arrastran y ante la resistencia recibió golpes en cabeza lo que produjo un bárbaro sangrado. En ese estado y ensangrentada, los agentes la subieron a una patrulla.
LIBERACIÓN
La noche del viernes tras la participación del Defensor del Pueblo y dos abogados, entre ellos Helber Huanca, y una multitud de comerciantes, se logró la libertad de ambos detenidos al promediar las 11:00 p.m. y de inmediato fue llevada a pie hasta el servicio de emergencia del Hospital Regional Manuel Núñez Butrón, debido al corte en la cabeza que sufrió durante su detención.
Mientras tanto, Constantino Orihuela fue detenido porque defendió a Fermina. Ninguno estaba bloqueando la pista. Ahora lo que ella pide es que se investigue y le prueben que ella atacó a los policías según dijeron, ya que en ningún momento tenía ninguna piedra en la mano o algún objeto, ella sigue mostrando los rezagos de las heridas y agradeció las muestras de apoyo de los vecinos, de la empresa de transportes en la que trabaja y de los comerciantes que vinieron a pedir la liberación de ambos la noche del viernes.
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