Ayer se pudo desatar un enfrentamiento entre policías y cientos se comuneros aymaras, en el distrito de Pichacani – Laraqueri. Afortunadamente, los jefes al mando de un fuerte contingente de la USE de Puno y militares de Moquegua, supieron manejar la situación. Los lugareños tampoco los provocaron ni atacaron.
El hecho ocurrió al promediar las 08:00 cuando retornaban del sector Antajahui, luego de liberar la pista a la altura del puente Morocollo. Los policías antimotines, portando sus escopetas de gas lacrimógeno y resguardados por el vehículo antimotines Kaspir, intentaron pasar por la Plaza de Armas, con forcejeos y empellones.
El gentío los frenó con arengas y un conato de bronca.
El jefe dispuso el retroceso y el centenar de policías se acantonaron frente a la comisaría. Los lugareños les pidieron que se marchen de Laraqueri o no se responsabilizaban. Al cabo de un par de horas, el contingente emprendió la retirada.
SOLDADOS A SU ALTURA
Más de 100 soldados habían tomado el cerro donde se ubica la Plaza de Toros.
La población también los conminó a que se retiren del pueblo.
«No sean abusivos, ustedes son del pueblo, por qué quieren atacar a la gente de Ilave, los aymaras estamos ofendidos por eso», recriminó un comunero quien recordó que dos días antes habían entonado juntos el himno.
Las tropas bajaron y luego de almorzar por el cementerio, se dirigieron a Puno por el sector de Anccaca.
BLOQUEOS SIGUEN
Apenas pasó la caravana de uniformados y los vehículos militares, volvieron a bloquear la vía.
TRIUNFÓ EL DIÁLOGO
El diálogo y la tolerancia de militares, policías y civiles evitaron saldos lamentables. En este tenso lugar no se disparó ni una bomba lacrimógena.
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