Con una protesta en los exteriores de la comisaría de Jerusalén en Mariano Melgar, los familiares, amigos y vecinos del taxista Jorge Cahuana Achahui (50), quien fue asesinado de más de 15 martillazos la madrugada del domingo, pidieron sanción para los suboficiales Carlos Ureña y Arturo Bustamante, quienes habrían permitido la huida del asesino.
Los manifestantes aseguraron que dichos policías tuvieron una actitud poco diligente frente a los hechos ocurridos al interior del inmueble del taxista en la calle Junín (Mariano Melgar). Esto debido a que el día de los hechos el hermano de la víctima encontró al homicida saliendo de la vivienda del occiso portando un martillo ensangrentado en la mano y bajo amenazas le pidió que lo acompañe hasta la calle Gólgota, donde finalmente logró huir.
El varón rápidamente acudió a la comisaría a pedir ayuda, pero los suboficiales en mención no le hicieron caso. Le dijeron que regrese a la vivienda para verificar si de verdad su hermano estaba muerto. «No nos ayudaron en nada y dejaron que el culpable que estaba en la calle en ese momento escape”, dijo el hermano.
Horas más tarde, el homicida identificado como Carlos Espinoza Anca (18) fue detenido tras ser sorprendido robando en un camión distribuidor en el sector de Jerusalén y el hermano del taxista asesinado lo reconoció.
Debido a las presuntas irregularidades de los policías, el coronel PNP Carlos Urbina, jefe de la División Policial de Orden y Seguridad, se trasladó hacia la comisaría de Jerusalén junto con personal de Inspectoría para iniciar una investigación.
Allí informó que los suboficiales serán removidos temporalmente de sus puestos y trasladados a dependencias fuera de la ciudad. Además de una evaluación de todo el personal de esta comisaría debido a otras quejas de la población.
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