El cuerpo de la comerciante Felícita Lidia Jihuaña Vilca (48), quien falleció en la caída de una miniván a un barranco de 30 metros en Tarata, fue sepultado este lunes en el cementerio Municipal de Pocollay, en medio de pedidos de justicia porque el chofer del vehículo continúa fugado.
Como se recuerda, el último sábado la miniván de placa X9Y-968 despistó en el km 68 de la carretera Tacna-Tarata y rodó por un profundo barranco. El chofer identificado como Justo Román Maquera Mamani fugó tras el accidente, abandonando a 11 heridos y la fallecida.
«Pediría a las autoridades que se haga justicia, él es un chofer que trabajaba bastante tiempo, pero no aparece, mañana conseguiré un abogado, en el accidente estábamos en el asiento de atrás y no vimos si estaba borracho», manifestó el esposo de la occisa Lucio Condori Chambilla, quien iba con su esposa en la miniván y afortunadamente resultó con lesiones leves.
La mujer dejó tres hijos, dos de ellos menores de edad y uno en etapa universitaria, por quienes trabajaba con alegría, según indicaron sus hermanos en el cementerio. El momento más emotivo fue cuando los hijos tomaron la palabra para despedirse de su madre con sentidas palabras.
Pobladores de la junta vecinal 24 de Junio, locales comerciales y familia de la mujer acompañaron a los deudos. «Siempre me acordaré de ti, vivimos 23 años juntos», se despidió Lucio Condori.
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