Debido a la falta de equipos de protección personal y el insuficiente control de la Sunafil tres obreros de construcción civil resultaron heridos cuando realizaban labores de edificación del nuevo centro de salud de Locumba, denunció Silvestre Quispe Larico, vocero de los trabajadores.
Señaló que uno de los tres obreros acabó con un tendón destrozado en la mano izquierda debido a la caída de una herramienta («pata de cabra») sobre ella.
“Al parecer no habría tenido el equipo de protección, y lo lamentable es que casi una semana después del accidente recién hoy (ayer) será enviado a Tacna para la operación de su mano”, indicó.
Un segundo obrero resultó con la nariz rota al caerle un barrote en la cara, mientras que otro trabajador sufrió una herida en un pie, agregó.
Además el dirigente indicó que hace cuatro semanas la empresa Consorcio Max no paga el salario a los cerca de 45 obreros, pese a haber recibido valorizaciones por adelantado. Agregó que tampoco cumple los beneficios del régimen de construcción civil ni brinda equipos de protección personal y andamios para las labores. En esas condiciones los obreros corren peligro, advirtió.
“Hace meses no viene la Sunafil, que no controla nada. Se ha exigido la intervención del Ministerio Público y de la Contraloría porque no se respeta ningún derecho laboral de los obreros”, señaló.
Quispe aseveró que el Consorcio Max abusa de los obreros.
“Más de diez trabajadores fueron despedidos por la empresa”, indicó.
En respuesta a estos perjuicios -explicó- el alcalde Félix Morales respondió que no puede hacer nada, lo que da a entender que habría abandonado sus funciones en desmedro de los trabajadores. En mi caso me dieron un solo beneficio por escolaridad, cuando yo tengo dos hijos en edad escolar. Otros son hostilizados y por ello renunciaron y retornaron a sus ciudades de origen, es decir, a Huánuco, Puno y Lima.
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