La Contraloría General de la República recomendó a las instituciones que operan en el complejo fronterizo Santa Rosa atender la falta de personal y logística que impide agilizar el tránsito de viajeros y vehículos en la frontera de Perú y Chile, debido a que el procedimiento que actualmente se aplica afecta la reactivación económica de la ciudad de Tacna.
El informe de orientación de oficio 4040-2022-CG/GRTA-SOO detalla que actualmente faltan estrategias para el control sanitario y migratorio en el centro de atención en frontera ubicado en el complejo fronterizo Santa Rosa, lo que prolonga el tiempo de espera de las personas que buscan cruzar la línea fronteriza con dirección a Tacna.
Estos hechos se evidenciaron durante una inspección realizada por la Contraloría del 14 al 15 de julio en las dos zonas ubicadas para el control de pasajeros.
La primera de ellas, denominada zona A, destinada al control de viajeros que arriban en vehículos particulares y colectivos, solo cuenta con dos enfermeras que realizan el control sanitario de ingreso y un biólogo que aplica la prueba rápida COVID-19. Dicha zona cuenta con un módulo de reducidas dimensiones y las personas -incluidos los adultos mayores y gestantes- deben esperar en un toldo en condiciones poco cómodas.
En tanto, en la zona B, destinada al control de viajeros que arriban en buses, solo una enfermera por turno cumple labores y un biólogo realiza las pruebas para el descarte de la COVID-19.
En ambas zonas de ingreso los profesionales de la salud se encargan de verificar los requisitos exigidos por el Gobierno peruano para cruzar la frontera: documento de Identidad, declaración jurada de salud del viajero y documentación que acredita haber recibido la pauta completa de la vacuna contra la COVID-19.
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