La Policía parece ir de mal en peor, pues un nuevo caso de abuso policial, tras la presencia periodística se pone de manifiesto. Unos oficiales aplicaron una multa a un comunicador por no usar el barbijo (hecho fortuito), pese a que ellos mismos ni lo usan o lo portan como se les da la gana.
Las cámaras de Sin Fronteras recopilaron imágenes de este hecho, registrado el sábado por la noche por algunos agentes de la Comisaría de Puno.
LAS PAPELETAS
Los hombres de prensa de este matutino, Kevin Moncada; y, del diario La República, Liubomir Fernández, se aproximaron a las afueras de la Comisaría Puno el último sábado por la noche para intentar entrevistar al comisario, y ante la insistencia al segundo le colocaron una papeleta.
Los periodistas coberturaban el accidente de tránsito protagonizado por un agentes vestido de civil, a quien sus colegas trataban de ayudarlo; y más tarde, por otro policía visiblemente ebrio que denunciaba la falta de atención de sus propios colegas.
Tras tomar conocimiento del dudoso actuar de la Policía respecto a las diligencias tras el accidente de tránsito, los medios de comunicación intentaron abordar al comisario de la Comisaría Central Puno, Comandante PNP Wenceslao Castillo Lino. Este oficial fue visto dentro de la instalación policial, dirigiéndose a su despacho. Al intentar conversar con él, este refirió que no podía atender a los hombres de prensa y ordenó el retiro.
En ese momento, el alférez PNP Howard Maquera empezaba a discutir con los periodistas, indicando que no podían declarar y que debían de salir de la puerta principal de la Comisaría Puno.
Precisamente fue este oficial, quien al ver que el periodista Liubomir Fernández no tenía el barbijo, le solicitó su DNI para luego imponerle una papeleta, muy a pesar que él mismo no portaba adecuadamente el suyo y que su superior, el comisario tampoco lo usaba.
EVIDENTE ABUSO
Este hecho, por más que esté normado, no era parte de algún operativo. El alférez en cuestión, actuó con evidente discriminación, porque el mismo comisario Castillo Lino estaba sin barbijo cuando los periodistas intentaron hablar con él, y sin ir muy lejos, él mismo lo usaba abajo de su barbilla. Este medio captó imágenes.
OTROS SE ZURRAN…
Del mismo modo, el técnico PNP Albert Campos Durand, que horas antes protagonizó un accidente de tránsito y un grueso escándalo, tampoco llevaba puesto el cubrebocas cuando las cámaras se le acercaron para entrevistarlo. A este ni siquiera le pidieron que se lo coloque, tampoco a los demás aplicaron papeletas.
Y, por si fuera poco, el mismo alférez PNP Maquera también llevaba mal puesto el barbijo, pues las cámaras lo captaron con el cubrebocas debajo de la boca.
Al igual que este último, otro efectivo de la puerta fue visto con el barbijo mal colocado.
El hombre de prensa fue sancionado por un hecho furtuito; pero ni el comisario, al igual que el alférez y el agente de civil intervenido (borracho), fueron multados por el mismo hecho. Ello representaría un abuso policial y un acto de discriminación.
OTRO CASO…
Un caso de inacción policial también se registró la misma noche. Dos jóvenes en aparente estado etílico se apersonaron a la Comisaría Puno. Uno de ellos dijo llamarse Efraín Palomino Ochoa, añadiendo ser policía de la Unidad de Emergencias (Uneme).
El efectivo de civil denunció públicamente entre sollozos que sus colegas no le permitían asentar la denuncia en agravio de su hermano, a quien horas antes unos sujetos lo golpearon hasta dejarlo ensangrentado. Ninguno tenía barbijos, pero los policías ni lo notaron.
ACTUACIÓN TARDÍA
Cuando los efectivos notaron la filmación de los hombres de prensa, muy acomedidos recién salieron de su puesto para auxiliar al hermano del agente y llevarlo a un hospital.
Antes de ser evacuados, quien dijo ser miembro de la Policía, se puso de rodillas y le reclamó a uno de los suyos. «¿Has querido atenderme, has querido?».
NI A ELLOS MISMOS
Casos de pésimo trato y abuso policial como lo ocurrido con el periodista, o como la no atención que padecieron los hermanos ensangrentados, son denunciados a diario por la población puneña.
Un caso reciente, fue la de un pariente de un personaje público, quien acudió a la comisaria para denunciar un hecho; pero se topó con un ‘discurso’ policial donde le daban a entender que debía ‘apoyar’ con algo de combustible.
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