Las zonas del altiplano producen cultivos que asombran a los visitantes.Las zonas del altiplano producen cultivos que asombran a los visitantes.

El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) a través del Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes) realizó la Séptima Feria Regional de Emprendimientos Rurales Inclusivos “Haku Wiñay” en quechua, que traducido al español significa “Vamos a crecer”.

La feria se instaló el jueves en el parque Mariátegui, esta busca generar oportunidades económicas, sostenibles y autónomas para los emprendedores de diversas localidades de la región, en especial de los productores y agricultores que tienen escasas condiciones para su desarrollo.

En esta ocasión llegaron a la Ciudad Lacustre, desde los confines de la selva puneña y pueblos del altiplano, como San Juan del Oro, Putina Punco, Arapa, Asillo, Caminaca, Samán II, Kelluyo, Pomata II y III, Zepita II y III, Tirapata, entre otros.

MEJORES PRODUCTOS

Los feriantes demostraron su progreso en el cultivo y transformación de sus productos. Las capacitaciones técnicas del Foncodes han posibilitado que estandaricen sus hortalizas, granos, tubérculos y le han añadido un valor agregado: todos los cultivos son orgánicos.

También venden artesanías y comida típica regional a base de carne de cuy, ovino y trucha. Los puneños han sido testigos de estos avances.

Por su significancia y para darle realce, esta feria fue inaugurada por la ministra del Midis, Dina Boluarte y altos funcionarios del Estado.

¡HAKU WIÑAY!

El proyecto Haku Wiñay trabaja en cuatro componentes. Dentro del primero implementaron 12 mil cocinas mejoradas, lo que permite que las usuarias dejen de padecer enfermedades bronquiales producidas por el humo y el hollín de las otrora cocinas a leña. Además de ser económicas, las modernas, atemperan los ambientes contiguos.

También se construyeron 10 mil invernaderos para la producción de hortalizas en fitotoldos, cuya producción sirvió para abastecer a los mercados locales en plena pandemia de la COVID-19.

Las familias usuarias reciben activos productivos e insumos, asistencia técnica y capacitación personalizada para el desarrollo de tecnologías productivas en riego tecnificado, huertos de hortalizas, parcelas de pastos asociados, producción de granos y tubérculos; crianza de animales menores (gallinas y cuyes), cultivos forrajeros, producción de heno, ensilado y abonos orgánicos.

CALIDAD DE VIDA

Dentro del segundo componente de viviendas saludables, se mejoró la habitabilidad, para garantizar a los usuarios descanso y confort necesario, además de las buenas condiciones para almacenar, preparar y consumir sus alimentos, agua segura e higiene personal.

FINANCIAMIENTO

En el tercer componente de Promoción de Emprendimientos Rurales Inclusivos, los usuarios conforman sus grupos de interés con su idea de negocio.

A los ganadores se les da financiamiento para desarrollar sus actividades en panificación, derivados lácteos, restaurante, engorde de ganado vacuno, crianza de gallinas ponedoras, piscicultura, producción de miel de abeja, artesanías y otros negocios rurales con el apoyo de especialistas.

CRECE SU CAPITAL

Y en el cuarto componente, Fomento de Capacidades Financieras, los usuarios reciben la preparación necesaria para administrar el dinero que obtienen de la venta de sus productos, una parte va para el ahorro y el resto para los gastos familiares.

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