Los últimos 51 kilómetros de asfaltado de la carretera La Paz-Collpa (frontera de Bolivia y Perú) serían entregados antes de agosto de 2023 y puestos al servicio del tránsito de carga pesada y el intercambio de comercio y turismo bilateral, informó Facundo Espejo Quispe, impulsor boliviano de la vía. Explicó que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó el financiamiento de la obra vial por 34,7 millones de dólares.
“Consideramos que a fines de junio el Ministerio de Obras Públicas, a través de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), lanzará la licitación pública internacional y las empresas postoras tendrán dos meses para preparar su documentación”, precisó.
Señaló que en septiembre se entregaría la buena pro a la empresa ganadora, que tendrá un plazo de doce meses para la conclusión de la vía. “El ingeniero Cristian Mendieta, gerente nacional técnico de la Administradora Boliviana de Carreteras, señaló que trabajarán diez frentes para acortar el cronograma de entrega de la obra”, añadió.
El dirigente señaló que 250 mil personas se beneficiarán directamente con la carretera y más de un millón de habitantes bolivianos podrán salir en cuatro horas al Pacífico pasando por Tacna.
“Es la vía más directa, con apenas 345 kilómetros desde la plaza Murillo (La Paz) hasta el centro cívico de Tacna”, comentó.
Actualmente por Desaguadero (Puno) el viaje toma un tiempo de once horas y por el lado de Alto Perú (Tacna) es de ocho horas, mientras que “con la nueva vía asfaltada serán cuatro horas de viaje”.
Espejo dijo que la vía beneficiará a las provincias bolivianas de Los Andes, Pacajes, Ingavi y General José Manuel Pando, además de cinco municipios, lo mismo que a La Paz, el Perú y América Latina porque es el corredor bioceánico principal para Bolivia. Adelantó que se proyecta construir una variante con respaldo jurídico para trasladar mercadería desde Patacamaya, Coro Coro y Nazacara, uniendo el hito 4 en Santiago de Machaca “para obtener un ahorro de cien kilómetros”.
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