Cuando estalló la pandemia del coronavirus en Puno, la Dirección Regional de Salud (Diresa) se vio imposibilitada de identificar los contagios en la región y se tuvo que recurrir al procesamiento de pruebas moleculares en los laboratorios de Cusco y Lima, adscritos al Instituto Nacional de Salud (INS).
Con visión descentralista, se elaboró un ambicioso proyecto para prescindir de tales dependencias. El primer paso fue lograr que el biólogo Fredy Condori Yujra, haga caminar desde cero el Laboratorio de Biología en la Diresa, con instrumentos prestados de la Universidad Nacional de Juliaca (UNAJ).
Luego, el Gobierno Regional Puno (GRP) adquirió modernos equipos, incluidos para secuenciar patógenos y rastrear cepas del coronavirus e inició la construcción del Laboratorio de Biología Molecular de Puno.
Empero esta construcción sería un «elefante blanco», pues en la actualidad no se ha impulsado que este sea una Unidad Ejecutora y, además, es un ente centralista que funciona como ‘Mesa de partes’.
En la actualidad no se persiguen las variantes de la covid a pesar de tener modernos equipos, pues ni el GRP ni la Diresa han adquirido reactivos.
El director del laboratorio, Fredy Condori, en vano ha hecho requerimientos a la Diresa.
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