Las carreteras nacionales deben estar en perfectas condiciones y señalización, pues el Gobierno peruano ha suscrito millonarios contratos para su mantenimiento periódico.
Sin embargo, algunas pistas de orden nacional están en un estado calamitoso. Uno de los casos más escandalosos es el tramo de Juliaca – Sandia – San Juan del Oro, que fue abandonado luego que ICGSA resultara comprometida en los actos de corrupción con Odebrecht.
Pero no es el único donde se incumple la rehabilitación a pesar de frioleros montos. La carretera Juliaca – Arequipa, entre el peaje Santa Lucía hasta el peaje Pampa Cañahuas, tiene serías deficiencias.
Entre los sectores de Alto Toraya e Imata, los agujeros en las pistas han provocado accidentes, ya que los conductores de carros en su afán de esquivarlos, perdieron el control.
No pudimos contactar a funcionarios de Provías pero uno de sus servidores nos explicó que el hecho es grave debido a que esta carretera debería estar en perfecto estado.
«Ese tramo tiene un supervisor in situ, y probablemente esté coludido con la empresa ya que no están observando estos serios problemas de la vía.
¿LA OSITRAN?
En este tipo de contratos de concesión la atención de la carretera es permanente y no deben existir baches, peor huecos», dijo.
Nuestra fuente explica que el concesionario, de acuerdo al contrato, debe brindar un nivel de servicio en el que no deben existir baches en la calzada. Sin embargo la carretera está abandonada, sin atención.
«Para ello está la Supervisión de Ositran», añadió.
Comentarios de Facebook