Islay. Con una marcha pacífica que congregó a gran número de pobladores del distrito de Islay-Matarani exigieron la salida de los ciudadanos venezolanos que se encuentran trabajando en la localidad. Esto tras la muerte de Deivi Mark Valderrama Rojas, golpeado y apuñalado por seis extranjeros. Ayer, los ciudadanos marcharon frente a la comisaria, exigiendo que la Policía de la zona brinde más seguridad a la población, que se encuentra desprotegida y amenazada por la presencia de delincuentes extranjeros.
Los protestantes llegaron hasta el parque conocido como el «Farito», donde fue atacado el ciudadano, quien se desempeñaba como cocinero en un restaurante de Matarani.
Pidieron a los dirigentes y dueños de embarcaciones pesqueras que no contraten a personas que no sean de nacionalidad peruana.
Advirtieron que si encuentran a algún venezolano delinquiendo, tomarán justicia por sus propias manos si las autoridades no toman acciones inmediatas.
Solicitaron una reunión con el alcalde, pero este nunca apareció.
En tanto, la esposa de Deivi Mark Valderrama Rojas solicitó apoyo para poder sepultar los restos de su pareja, quien deja dos menores de edad huérfanos.
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