Sujeto fue atrapado por la Policía.Sujeto fue atrapado por la Policía.

Un grupo de asaltantes, camuflados con vestimenta de mineros, dispararon a quemarropa a dos trabajadores de una mina. Segundos antes, los trabajadores se enfrentaron a uno de los hampones, golpeándolo y dejándolo herido.

El sangriento hecho se registró ayer en el centro poblado La Rinconada – Putina. Un grupo de mineros -entre ellos dos hermanos-, al ser alertados de la presencia de unos asaltantes que se desplazaban por el barrio central, decidieron esconderse en una tienda de venta de licores.

Uno de los sobrevivientes, contó a la Policía que un primer asaltante entró al local para asaltarlos; sin embargo, César Suaña Quispe (35), ofreció resistencia al atraco y decidió enfrentarse al delincuente, tomando la mano del hampón con la que empuñaba el arma. En el momento del forcejeo, se ejecutaron varios disparos al aire.

Uno de los mineros, identificado como Pedro Panca Parisaca, ayudó a su compañero y entre los dos redujeron al delincuente. César Suaña, habría alzado un objeto con el que asestó varios golpes al hampón, provocándole algunos cortes en el rostro y cabeza, dejándolo en el suelo.

PIDIÓ AYUDA

El asaltante, quien dijo llamarse José Rosas Llanos (33), estando tirado en el piso, pidió auxilio a sus secuaces. En ese instante otros dos sujetos entraron al local, estos portaban pistolas, con las cuales dispararon a quemarropa contra los mineros que habían golpeado a su secuaz.

AUXILIO POLICIAL

Los policías fueron alertados del asalto y la balacera, acudiendo al local para auxiliar a los heridos a un centro de salud.

Desafortunadamente el minero César Suaña llegó sin signos vitales; en tanto, Pedro Pancca resultó con proyectiles de bala en el pecho, quedando gravemente herido.

LO ATRAPARON

Tras balear a los mineros, los asaltantes huyeron, cargando consigo al herido. Pero su escape no llegó lejos, pues uno de ellos (el herido), fue atrapado a las pocas cuadras.

Al parecer, sus secuaces decidieron abandonarlo puesto que corrían también el riesgo de ser capturados. Antes de que lo abandonaran, los asaltantes se llevaron el arma de fuego de su socio.

LO RECONOCIERON

El sindicado delincuente fue llevado al centro de salud. En este local, fue reconocido y sindicado como el asaltante que entró a la licorería.

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