Uno de los mejores narradores arequipeños, a juzgar por los cuentos que ha escrito y que están por ahí, dispersos en revistas y periódicos inhallables, es Percy Prado; para su amigos, la promesa de la literatura arequipeña. «Parece que se va a quedar en promesa nomás», dice alguno al recordar que hasta ahora no ha publicado ningún libro.
Pero la situación ha cambiado. El primer libro de Percy Prado acaba de salir de la imprenta. Sin embargo, como es usual en él, nos sale con una sorpresa: no se trata de un libro de cuentos, donde creemos que está su talento, sino de poemas, o algo que se le parece. En realidad, son textos que pueden ser cuentos, poemas, aforismos, fábulas, pensamientos, máximas, o todo eso junto. Parecen ornitorrincos.
Lo cierto es que Percy Prado presenta su libro, Selva cercada, mañana, dentro del marco del 14º Festival del Libro. Será en la Sala Melgar de la UNSA, ubicada en la calle San Agustín, Cercado de Arequipa, a las 6 de la tarde.
¿Qué es Selva cercada? ¿Un libro de poemas, de relatos, de pensamientos, de aforismos?
A mí me gusta jugar con la idea de que Selva cercada es un libro que reproduce el experimento mental del gato de Schrödinger; o sea, es y no a la vez. Mientras la caja está cerrada, el gato está vivo y muerto. Es una paradoja. Mientras el libro está cerrado es y no es un libro de poemas. Al lector le tocará leer y decidir qué es.
En realidad, se presenta como un libro de poemas, pero pueden ser vistos también como fábulas, microcuentos.
Los que algo te conocemos no esperábamos un libro así de ti, ¿tú sí? ¿Siempre has estado buscando escribir un libro con esas características?
Selva cercada nace de un libro mayor en el que trabajaba, un libro de largo aliento en el que exploraba mis experiencias en Lima como un provinciano más, y dentro de esas experiencias una que me llamó mucho la atención fue conocer el Parque de las Leyendas, había una parte que trataba sobre ese acontecimiento, esa reacción que tuve yo frente al Parque de las Leyendas. Entonces, le mostré a un amigo mis avances, al poeta Óscar Limache, quien con buen ojo me aconsejó ‘sácalo y vuélvelo un libro independiente’. Y así lo hice.
Ha sido una cosa inesperada, entonces.
Sí, yo no lo esperaba. Si no fuera por la motivación, el estímulo, las preguntas que siempre me hacían mis amigos Óscar Limache, Sarah Quintanilla, que es mi editora, y mis otros amigos y colegas del grupo de lectura Diente de León; si no fuera por ellos y por Sarita Estrada, mi compañera de vida y sueños, que siempre estaban motivándome, creo que no hubiera salido este libro.
Este es un libro que se puede leer en 15 minutos o quizás menos. Nunca me he topado con uno así. ¿A qué se debe la brevedad?
En primer lugar, la brevedad es buena educación con respecto al lector, la buena educación de no hacerlo sufrir con largas y tediosas páginas. Creo que es un libro que se puede leer muy rápido, pero espero que el lector se detenga a pensar con respecto a algunas cosas que están ahí escritas; es como una trampa, en realidad, la brevedad.
Claro, ahora caigo en la cuenta de que en realidad la lectura del libro me ha demando mucho más tiempo. Cuando te dije lo de los 15 minutos, es el tiempo que calculo sobre la base de la cantidad del texto que hay ahí, pero cada poema me dejó pensando mucho rato, por lo que el tiempo fue mucho más.
Creo que eso lo heredé un poco del haiku, el haiku es una trampa para apurados. Yo espero que la lectura invite a detenerse un rato, porque en este mundo tan veloz, uno piensa que la literatura también es veloz, y no es así, o no debe ser así.
¿A ti te hubiera gustado encontrar un libro como el tuyo? ¿Hubieras disfrutado su lectura? ¿Por qué?
No me gusta teorizar sobre lo que escribo, ni explicar lo que escribo, porque me parece falto de elegancia. Pero solo diré una cosa. Yo desde muy chico y hasta cierta parte de mi adolescencia, tuve un vínculo con la naturaleza, con la agricultura, con el mundo de los animales, muy cercano, de día a día, de mañana, tarde y noche, y yo creo que la poesía implica un vínculo con el mundo natural, con el mundo animal; solo que hoy esa idea, de la poesía vinculada al mundo natural, está desprestigiada, es vista con sospecha, o como muy retrógrada, muy anticuada, porque hoy en día se prefiere abrumadoramente la poesía de análisis o para el análisis, y recuerda que ‘análisis’, etimológicamente, significa ‘desligar’, ‘desatar’; entonces, yo espero haber construido con este libro una poética para atar, para ligar, o al menos para recordar el vínculo de la palabra con el mundo natural, porque es un libro que trata de la «selva», de animales.
¿Por qué escribir un libro así? ¿Qué te llevó a Selva cercada? ¿Qué quisiste hacer o decir?
Yo he tratado de combatir con el lenguaje, he intentado de que el lenguaje diga lo que quiero decir y más, usar palabras que exploten significados alternos o subalternos, que puedan salir desde abajo hacia la superficie de pronto, en una lectura más detenida. Eso es lo que he intentado, pero no sé si lo he logrado.
Comentarios de Facebook