Los puneños tenemos que admitir con hidalguía una realidad que significó la frustración del plantel ugartino, tras perder la clasificación a la Liga 1, mediante la tanda de penales (3-5).
La experiencia de Juan Carlos Bazalar superó la calidad de Erick Torres, quien no garantizó un desenvolvimiento físico. Moisés Machaca dejó de ser el valor escurridizo que se proyectaba con mucho efecto por el flanco derecho.
La primera fracción correspondió al cuadro ugartino; sin embargo, la lesión de César Medina fue una clarinada que avizoró el bajón de la ‘franja cruzada’.
En la ruleta rusa de los penales todos los tarmeños anotaron y el error de Saúl Reyes sepultó toda ilusión ugartina, quedando desembarcados en una tercera final.
«Una raya más no le hace al tigre», evocó un hincha, tomando la presencia de los alfonsinos en una Copa Libertadores de América.
En fin, cabe reconocer el sacrificio de los dirigentes alfonsinos encabezado por Daniel Marón, por el despliegue e inversión económica. Para los puneños queda el consuelo de la Liga 2 y se tiene que retomar las perspectivas.
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