Camaná. Desde el 2 de agosto la población del anexo de Chuli, en el distrito de Ocoña, viene soportando olores pestilentes provenientes del pozo de oxidación construido por el municipio, cuyas aguas desembocarían en el canal de regadío utilizado para regar cultivos que allí se siembran.
La denuncia la interpuso el agricultor Edson Carnero Paredes en la comisaría de Ocoña, donde solicitó la constatación policial del atentando contra la salud y el medio ambiente.
En la diligencia realizada el miércoles 4 de agosto con la presencia del suboficial PNP Ronal Castro, se verificó que las aguas servidas llegan a la laguna del Chuli, donde existe gran cantidad de aves silvestres, camarón y peces, situación que atenta gravemente contra su hábitat y la salud de la población.
En el sector conocido como ‘El Chiflón’, se constató también la presencia de un canal con la existencia de agua estancada de aproximadamente 400 metros de largo.
Del mismo modo, se remitió una solicitud a la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Menor Clase A Ocoña, para que dé un informe sobre la calidad de agua que se está empleando para el riego de las chacras.
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