El daño que produce la propagación de la covid – 19 es un problema priorizante; pero muchos especialistas anotaron que las autoridades no deberían descuidar el problema medioambiental, más expresamente, el retroceso glaciar que se registra en la región de Puno.
En un evento virtual organizado por la Asociación para el Desarrollo de Ecotecnologías en Zonas Andinas (Apdeza), participó el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña(Inaigem), a través del ingeniero puneño, Víctor Bustinza.
Este profesional daba a conocer sobre las investigaciones realizadas en las cordilleras de la región altiplánica y sobre el porcentaje de pérdida glaciar existente.
ALLINCAPAC
En la cordillera Allincapac – Carabaya, desde 1962 a la actualidad, se tiene más del 70% de área glaciar afectada; es decir, se perdió 76.12 km2.
APOLOBAMBA
En la cordillera del Apolobamba (Perú – Bolivia), el retroceso glaciar supera el 52% en 54 años; es decir se perdió 43.49 km2.
IMPLICANCIAS
Según informaron, este retroceso afecta a los ecosistemas circundantes. «No solo hay que verlo como pérdida glaciar; sino, como pérdida de reservas de agua dulce que son importantes para el desarrollo de los pueblos, para los medios de vida de millones, para los sistemas productivos, entre otros…», dijo.
Otra implicancia, es el peligro que corren algunas poblaciones ubicadas cerca de las cordilleras, pues una avalancha podría causar inundaciones en estas zonas. En Apolobamba se tiene las lagunas de Vizacachani y Sorapata; donde existen glaciares colgantes.
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