Puno. Con pronunciados retrasos en la instalación de mesas de sufragio, actos aislados de proselitismo e incidentes registrados en algunas localidades, ayer se vivió la fiesta electoral para elegir al presidente o presidenta que conducirá los destinos del país en los próximos cinco años, desde el 28 de julio de 2021, día en que celebramos el Bicentenario de la Independencia.
De acuerdo al padrón electoral, estuvieron habilitados 922 mil 016 electores y a diferencia de la primera vuelta, ayer se vio mayor afluencia en las urnas, lo que podría reducir el porcentaje de ausentismo que a nivel nacional alcanzó el 24%, y en la región a casi el 20%; el número más alto de los últimas dos décadas, quizás debido a la pandemia del coronavirus.
Como se sabe, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) dispuso que las personas adultas mayores acudan a sufragar de 14:00 a 16:00 horas, pero ellos no acataron a rigor, pues indistintamente a los horarios, acudieron desde temprano. Por ejemplo, en la Escuelita Laykakota de Puno, la primera en votar, fue una abuelita que hizo su cola desde las 06:15 horas.
PERCANCES
Las mesas de votación se instalaron desde muy temprano, pero la última se completó al promediar las 10 de la mañana, esto debido a que casi faltaron el 10% de los miembros de mesa y los suplentes, o no acudían a la hora señalada (07:00 horas) u otros ciudadanos se resistían a asumir.
El representante de la Defensoría del Pueblo en Puno, Jacinto Ticona, refirió que por primera vez se desplegó 18 observadores en las provincias de Puno, Juliaca, Melgar, Lampa, Azángaro, Huancané y el distrito de Acora.
Detalló que entre las incidencias registradas figuran que en el colegio Alfonso Torres Luna de Acora no llegaron completos los hologramas. Debieron llegar 273 y al contarlos, había 238; en otro colegio hubo la queja que faltaron las mascarillas y también se advirtió que no hubo oportuna atención inclusiva, pues los electores con discapacidad no encontraban sillas de ruedas en las puertas de los colegios, algo que coordinó con los servidores de la ONPE y se corrigió.
El jefe de la ODPE Puno, Christian Mendoza Raymundo, informó que la última mesa se instaló en el distrito de Paucarcolla al promediar las 09:50 horas y que a medida que se reportaban incidentes o quejas, estas eran tramitadas y resueltas.
JNE Y TRANSPARENCIA
A diferencia del anterior comicio, este notó la presencia de más fiscalizadores o supervisores del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y también de Transparencia, que supervisaban los actos.
DETENIDOS
Sin embargo, también se presentaron actos que pasaron a más, desde panfletos botados en los alrededores de los planteles educativos, hasta la detención de dos personas, un personero de Perú Libre en Puno y otro ciudadano en Azángaro repartiendo periódicos de “Kausachum Velasco” y almanaques en favor del candidato Pedro Castillo.
En la provincia de Moho y en San Antón (Azángaro), se volantearon dos ejemplares de un pasquín a modo de periódico, titulados “Bicentenario”, cuyo contenido relevaba la gestión del fujimorismo y ‘terruqueaba’ a Castillo de Perú Libre.
MEDIDAS EXTREMAS
El general PNP Marco Antonio Lara Vergara dispuso el despliegue de 5 mil 200 efectivos policiales en toda la región, los que garantizaron el orden y tranquilidad. “Felicito el civismo de los ciudadanos puneños que han acudido a votar con toda normalidad; no hubo mayores incidentes, eso hay que reconocer. Ahora solo queda esperar los resultados oficiales y aceptar la decisión popular”, dijo.
Asimismo, el comando de la Cuarta Brigada de Montaña ordenó que otros 2 mil 800 militares apoyen el proceso. Algunos de ellos no permitieron el ingreso de los periodistas alegando que estaba prohibido, pero luego les enmendaron la plana.
Hay que mencionar que los soldados y policías apoyaron a las personas mayores, llevándolos a las mesas de votación o gestionando que estas sean acercadas hasta los electores que tenían impedimentos físicos.
MAESTROS GUARDIANES
Tal como lo anunció la coordinadora del Magisterio, ayer se desplegaron cerca de 3 mil personeros de Perú Libre. De las 3163 mesas instaladas en toda la región, eran pocas las que no tenían uno del ‘lapicito’. No obstante, en las ciudades contadas aulas tenían dos personeros, pero esa situación era casi nula en las demás provincias o en las zonas rurales.
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