Hoy se cumplen 18 años de los luctuosos sucesos del 29 de mayo del 2003 cuando el estudiante universitario Eddy Quilca Cruz fue abatido por balas disparadas por el Ejército. Entonces había una huelga del SUTEP que desencadenó la declaratoria de emergencia de la región Puno por el presidente Alejandro Toledo.
En esa sangrienta jornada también se produjeron 50 heridos en la refriega. Luego de varios años de procesos judiciales, donde incluso cambiaron de jurisdicción a Lima, no se llegó a identificar al militar responsable de la balacera. Luego en un proceso civil se llegó a una reparación económica de un promedio de 15,200 soles que no ha sido suficiente ni pagada en su integridad a cada una de las víctimas. Al respecto el abogado de los afectados, Juan Monzón Granda, reflexionó sobre esta fecha indicando que existe una política de criminalizar las protestas y eso es peligroso para las exigencias populares.
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