La semana pasada la cuenca de Coata abandonó el estado de emergencia y, consecuentemente, dejaron de recibir algunos servicios básicos como agua potable, algo que ha perjudicado a los pobladores que sufren con metales pesados en su sangre por el consumo del agua contaminada.
Para buscar una salida, ayer se reunieron autoridades del Gobierno Regional Puno (GRP), los alcaldes de las municipalidades distritales de Coata, Huata, Caracoto y representantes de la sociedad civil.
Se determinó sostener acciones conjuntas entre los equipos técnicos de los niveles de gobierno para sustentar nuevamente el pedido de la declaratoria de emergencia de la cuenca del río Coata.
El cónclave se desarrolló en el distrito de Coata. Allí, las autoridades acordaron continuar con las gestiones para la conclusión de los expedientes técnicos para la ejecución de proyectos de saneamiento.
El gobernador regional, Agustín Luque Chayña, se comprometió a consolidar un nuevo expediente a fin de que el nivel central declare la emergencia, porque los casi dos años que se tuvo esa condición, no hubo acciones para remediar la contaminación ni tratar a la población afectada con los metales pesados. “Gestionaré la reunión inmediata con la ministra de Vivienda y Construcción para evaluar el avance en la formulación de los expedientes la población no puede quedar desamparada”, dijo.
Respecto a la situación de los establecimientos de Salud, se determinó realizar las gestiones y reuniones de trabajo con funcionarios del Minsa.
Los alcaldes Elmer Pelinco, Wilmer Ulises Vilca, Santiago Coila y Raymundo Yana Yana, mostraron su preocupación respecto a la atención con el servicio de dotación de agua a las poblaciones afectadas con la contaminación por metales pesados.
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