Los socios de la comunidad campesina de Huataquita emprendieron una aventura empresarial que les pesará toda su vida. El 4 de julio de 2001, deciden convertirse en “Asociación de pequeños productores agropecuarios Huataquita – Tiracoma”, para lo cual donan toda su extensión de terrenos que se tiende a lo largo de 4 mil 677.5 hectáreas, ubicada en el distrito de Cabana, provincia San Román.
Dicha comunidad se había creado en 1973. El proceso de reestructuración de tierras se produce en 1987, casi a finales del primer gobierno de Alan García, el fundo Tiracoma se le adjudica a dicha comunidad, bajo la presidencia de Leocadio Velásquez Vega.
En los años ’90, sus vecinos del distrito de Cabana habían demandado a la comunidad de Huataquita, porque pretendieron adjudicarse el Fundo Tiracoma. Este juicio duró una década y, al final, resolvió a su favor. Pero el largo litigio distrajo a los comuneros, a tal punto que uno de sus comuneros trataría de despojarlos de sus tierras.
En paralelo al juicio, hubo un puñado de comuneros, que disconformes con esta conversión, se agruparon con personas foráneas, y de manera siniestra reflotaron la comunidad campesina de Huataquita, la cual dejó de existir en julio de 2001.
El 20 de diciembre de 2010, el presidente de la seudocomunidad (ya no existía), Isauro Ali Infantes, vende toda la extensión arriba señalada a Félix Chura Torocahua, por la modesta suma de 35 mil soles. Así obra en el testimonio inscrito en la Notaría Suni de Juliaca.
Dicho documento se elaboró de manera secreta, y también la inscripción en los Registros Públicos en el año 2012. Entonces, Chura Torocahua se convirtió en único propietario de las 4 mil 677.5 hectáreas.
Los verdaderos comuneros de Huataquita-Tiracoma se enteran de la siniestra movida y el 10 de octubre de 2011 plantean una demanda de nulidad de acto jurídico y cancelación del “asiento de inscripción del título 294445-2010”. El proceso, extrañamente, dura hasta estos días.
EXIGEN JUSTICIA
El fin de semana los indignados pobladores efectuaron una bulliciosa protesta, exigiendo que la titular del Primer Juzgado Mixto emita sentencia, ya que en las audiencias se demostró que Chura Torocahua adulteró documentos que dieron pie a la inscripción en Registros Públicos.
El viernes, en acto público desarrollado en el Fundo Tiracoma, se presentó don Isauro Ali Infantes, quien curiosamente vendió las casi 5 mil hectáreas a Chura Torocahua. Frente a los comuneros, este no solo negó aquella compra venta, sino que además reveló que el denunciado le falsificó el libro de actas N° 7. «Yo tengo el libro de actas original, eso se ha presentado al Poder Judicial. El libro que maneja ese señor es falso, me ha falsificado firma y sellos, nombre de socios, y todo», sostuvo.
ASAMBLEA ‘FANTASMA’
Dicho documento cobra especial relevancia, porque en él intentan sustentar una asamblea general que se habría realizado el 14 de agosto de 2010. Chura Torocahua usó aquel documento citando a 266 personas que en su mayoría no eran del lugar y algunos que habían fallecido.
PERITAJE LAPIDARIO
Al respecto, el 20 de agosto de 2013, la perito grafotécnico judicial, Rosa Zaga Choque, indicó ante el Juzgado que en la sinuosa asamblea participaron 238 personas extrañas a la comunidad.
En la reunión del fin de semana, también se presentó Teófila Surco Alí, exdirectiva de la asociación, quien dijo ante la muchedumbre, que en el Acta N° 7, contemplaron a varios fallecidos. “Euzebio Coaquira, Nelva Mamani Canaza, Aurora Torocahua Flores, estaban muertos. Ha falsificado esa acta para decir que le autorizamos que venda nuestras tierras ¿cómo haríamos eso?”, exclamó la mujer.
MEDIDA CAUTELAR
Los comuneros trataron de frenar algunas ventas de tierras que Chura Torocahua hacía bajo la treta de “donación”. Bajo esa figura logró inscribir a nuevos colonos, por lo que lograron que el juez del Primer Juzgado Mixto de San Román, emita una Acción de Amparo el 12 de diciembre de 2011. Dicho fallo fue inscrito en la Sunarp (Superintendencia Nacional de Registros Públicos).
En tal sentido, el actual presidente de la asociación, Silverio Fischer Condori Chino, demandó justicia. “Pedimos que la jueza del Primer Juzgado Mixto de San Román emita sentencia contra el señor Félix Genaro Chura Torocahua. Venimos litigando por un lapso de diez años, hace seis años debieron emitir la sentencia, pero dejan que tinterilladas lo posterguen”, acentuó.
En tanto no se concluya este litigio ante los Registros Públicos, el cuestionable Chura Torocahua, poseería la propiedad de toda la extensión de tierras en Huataquita – Tiracoma, y los comuneros que tienen la posesión desde hace medio siglo, vivirán en total incertidumbre.
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