Puno. Una multitud de comerciantes, transportistas, gente que vive del turismo y de otras actividades se unieron para decirle al Gobierno: «¡déjanos trabajar!», esto durante una marcha realizada el día de ayer por las calles de las ciudades de Puno y Juliaca.
CRISIS
La reciente alza del costo de vida, el cierre de negocios, el cese de llegada de turistas, los altos costos de los pasajes y el desempleo pusieron contra las cuerdas a gran parte de la población, de acuerdo a lo expresado por los dirigentes el día de ayer.
A esto se sumó la cuarentena flexible que trunca el reflote de varios negocios como les pasa a los pobladores de Taquile, quienes desde inicios de enero trabajaron para otorgar medidas de seguridad a los turistas y que, con las nuevas medidas del Gobierno vieron frustradas sus posibilidades de atraer turistas.
Se manera similar los comerciantes, especialmente los ambulantes, sufren la limitación de las ferias donde venden sus productos.
Los transportistas, especialmente los taxistas y mototaxistas, también vieron limitada su capacidad para ganarse la vida pues ellos ganan al día.
MOVILIZACIÓN
Por estas razones, en días previos, varias organizaciones sociales lanzaron un comunicado en el cual expresan su rechazo a las medidas del Gobierno y anunciaron una movilización.
Ayer, a media mañana, se congregaron e iniciaron una concurrida movilización que incluyó en su ruta, el hospital regional, la Dirección Regional de Salud, donde pidieron la presencia del director, la Gobernación de Puno y, finalmente, el mercado central y la Plaza Mayor de Puno.
En este lugar es donde organizaron un mitin donde expresaron lo ya mencionado mediante la participación de un representante por grupo participante.
VIRUS
Según expresaron varios entrevistados, el Gobierno quiere tapar la mala atención de salud magnificando los efectos de la pandemia aunque no faltó quien diga que el virus no existe.
Durante la marcha, los pobladores pidieron la salida del director regional de Salud, Walther Oporto, y lo acusaron de manejar mal la crisis.
CACHETADA
Como si fuera una cachetada a cada protestante, en horas de la tarde, el Gobierno central informó que las medidas rechazadas por los puneños se extenderán por otros 15 días en la provincia de Puno y en otras a nivel nacional.
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