Luis Zambrano Rojas, párroco de la Iglesia Pueblo de Dios, de Juliaca, es un personaje muy conocido y crítico contra políticos que no gobiernan en favor de la sociedad, sino en su beneficio. Es el tercero de seis hermanos, nació en la región Ica a orillas del río que lleva el mismo nombre, exactamente en la calle Pimentel; sus padres fueron Edmundo Zambrano y Manuela Rojas, ambos profesores de primaria y con ancestros en Huancavelica.
Cursó sus primeros años de estudios en la Institución Educativa Primaria 584, donde escribió su primer poema “Pasó Temprano”, luego se trasladó a la Institución Educativa San Luis Gonzaga para concluir sus estudios primarios; posteriormente se fue a Lima para estudiar en el Seminario Santo Toribio en donde concluyó sus estudios secundarios. Refiere que estando en el cuarto año de primaria ganó su primer premio por una composición que realizó por el Día de la Madre, concurso organizado en su escuela; asimismo en el cuarto año de secundaria, ganó un premio por hacer un artículo sobre la Virgen María.
Por otro lado, recuerda que leía mucho sobre la vida de los santos, porque su padre compraba libros y que además recibía revistas argentinas y le impresionó lo que los santos hacían; y es así que le nació el deseo de hacer algo a favor de los pobres como creyente, entonces a sus 10 años fue donde se inclinó por el camino del sacerdocio.
Concluidos sus estudios secundarios en el seminario, indica que se crea un Pedagógico allí, al cual ingresó para estudiar Filosofía y Pedagogía, durante 4 años del cual graduándose como profesor con título en “Religión y Filosofía”.
En los años siguientes pasó a estudiar Teología durante 4 años para convertirse en sacerdote, en la Facultad de Teología Pontificia de Lima. Durante sus estudios indica que siempre hacía reclamos, decir esto es bien y mal lo cual a muchos no les gustaba su manera de pensar.
“Yo vivía en el seminario donde se hablaba mucho de la comunidad, pero yo observé que no había tanta comunidad y le comenté al director espiritual y desde ahí que me estuvieron fichando porque no era tan sumiso como ellos habrían querido”, recuerda.
También como seminarista logró ocupar cargos estudiantiles y ya cuando estaba por terminar sus estudios y a raíz de sus opiniones lo fueron observando, tomando a mal sus actitudes, lo expulsaron de la Facultad de Teología con el objetivo de no ordenarlo como sacerdote, teniendo que realizar una huelga de hambre durante 4 días pidiendo su reposición. “La persona que critica y con razones y sin molestarse, está mostrando amor por esa otra persona o su institución para que cambie”, manifiesta.
Terminados sus estudios en Lima, retorna a Ica y cuenta que ningún obispo quería ordenarlo como sacerdote por lo que estuvo trabajando 5 años como profesor en el colegio “Toribio Polo” de Ica y viviendo en una barriada llamada pasaje La Tinguiña, a la que también le hizo un poema. Es así que luego de un año de reflexión y a los consejos de amigos, como el obispo auxiliar de Lima, German Smith, hijo de alemanes, quien le dijo “…anda para que te olviden tus enemigos y aunque no seas sacerdote eso te va a enriquecer como persona…” toma la decisión de irse en 1977 para Austria (Alemania) para seguir un Posgrado en Teología, donde estuvo durante 5 años, y cuenta que regresó fortalecido al Perú, pues se sintió más acogido allá, a comparación de Perú donde sufrió la marginación.
ESPÍRITU POETA
Durante su estadía en Europa trabajó en la fábrica de bujías BOSH, asimismo en una fábrica de latones y cilindros donde fue acogido por una familia, quienes le presentaron a la señora, Úrsula Namur, quien pertenecía a una parroquia con quien coincidió en el pensamiento del camino de la teología de la liberación.
En el país germano escribiría su poemario ‘Grito indio’. «Yo sé un yaraví cuyas notas he aprendido en la tierra, con la lluvia; cruzando ríos y cargando piedras. Yo sé un yaraví que tú ni nadie conoce, porque nadie ha estimado mi sudor ni agarrado mi angustia. Yo sé un yaraví tan triste como mi pena, tan fuerte como mi odio, tal altivo como mi raza herida. Quiero saber tu yaraví, me dices. ¡No seas curioso como todos! ¡Muerde la tierra, métete entre la lluvia; vence los ríos y las piedras … Y brotarán de ti las notas, las nuevas notas de un yaraví que exigirá justicia!” .
ORDENACIÓN
En junio del 1982, vuelve a Perú, y tal como era la promesa del obispo Jesús Mateo Calderón, que al regresar lo iba a ordenar y fue así que el 4 de agosto de 1984 lo ordenó en la Catedral de Puno, donde laboró durante 10 años en la Capellanía de Chejoña, Huayna Pucara y Capullani.
Luego de permanecer 10 años en la ciudad de Puno, desde su ordenación, en 1993 tuvo un año sabático, tiempo en el que regresó a Ica y luego a Alemania; durante ese tiempo escribió y publicó el libro titulado, “Dinero y Sacramentos” en el que afirma que cobrar por las misas y otros sacramentos no es parte del evangelio, y que la Iglesia tiene que cambiar el sistema de cobros, buscando un apoyo más solidario y voluntario y generar un autofinanciamiento.
CONTINÚA SU LABOR
Actualmente Luis Zambrano labora en la parroquia Pueblo de Dios del distrito de San Miguel, construcción que fue levantada y fundada por la pareja suiza, Jorge y Claudia Vogel, quienes le pidieron dirigir y continuar con la labor que habían emprendido con los laicos, y el 1 de mayo de 1994 fue nombrado como párroco, y en el 2021 cumple 28 años dirigiendo esta parroquia.
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