Un evidente acto de autoritarismo, que linda con delitos de acoso político y violencia de género, se ha consumado en el municipio de Uros Chulluni. Tras una dudosa sesión de concejo, han suspendido a las regidoras Pilar Vilca Charca y Mónica Flores Mamani, por exigir que el alcalde sea fiscalizado.
El 30 de setiembre, los regidores (Ronald, Patricio y Basilia) acordaron la suspensión. El 5 de octubre, exigieron que el alcalde Hugo Coila Durán, les entregue el acta de la sanción y los motivos. “No ha respondido (el alcalde), de allí fuimos al municipio, la secretaria ordenó que no nos dejen entrar ni nos informen nada. Dijo ‘están vacadas, nada tienen que hacer acá’”, expresó Pilar Vilca.
Ellas acudieron ayer al Centro Emergencia Mujer (CEM) de Puno, asentando la denuncia. Allí les corroboraron que no solo habían sido objeto de un atropello, sino que además configuraba acoso político y violencia contra la mujer.
El jefe del CEM Puno, Yuri Mamani Hanco, indicó que accionarán contra quienes resulten responsables porque al parecer hubo abuso y acoso político. “Está enmarcado dentro de la violencia contra las mujeres… hemos puesto profesionales del área legal y psicológico”.
Por su parte, el alcalde no quiso responder qué causales les aplicaron, pero dijo a que no les notificaron porque no se presentaron. «Es por abandono de cargo y por sorprender a la autoridad, una trabaja en una ONG y no ha pedido permiso, la gente me dijo que las saque, han pedido que actúe», dijo.
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