Siete sujetos, cuyas edades oscilan entre los 60 y 70 años, fueron intervenidos en el interior de una cantina clandestina que funcionaba bajo la fachada de tienda de abarrotes. Los parroquianos fueron conducidos a la Comisaría Central de Puno.
La intervención se realizó a las 19:00 horas del último sábado luego de que los vecinos que habitan en la segunda cuadra del jirón Juli denunciaran que en el local estaban ingiriendo bebidas alcohólicas.
Los agentes del 105, al mando del mayor Córdoba, acudieron al establecimiento junto a los fiscalizadores de la Subgerencia de Actividades Económicas y procedieron a realizar las diligencias del caso.
En el local incluso uno de los ancianos se quedó dormido en una de las sillas, mientras que el resto tomaba sin temor a contagiarse.
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