Bustamante y Rivero. El brote del covid-19 y las medidas adoptadas para frenar su propagación dejó a muchos con problemas económicos, entre los sectores afectados está el transporte, cuyas restricciones fueron más drásticas en Arequipa.
Esta semana se autorizó el reinicio del servicio, pero solo a los formales. En el caso de los taxis, solo los que cuentan con Setare y además cumplan con los protocolos de bioseguridad.
Ahora se plantea generar un programa social para autorizar la circulación de unidades que no obtuvieron su Setare porque no cumplen con el peso y cilindrada que exige la normativa.
El subgerente de Transporte, Juan Carlos Callacondo, explicó que, junto al área de Seguridad Ciudadana, buscan implementar el programa Taxi Sereno, el cual, en una primera fase, estima registrar de 1.500 a 2 mil taxistas.
La propuesta, que debe ser presentada en la próxima sesión de concejo, no admitirá unidades con más de 20 años de antigüedad o ticos. Ellos no solo serán fiscalizados por Transporte, sino que también trabajarán de la mano de serenazgo y la Policía.
Otro problema persistente es el incumplimiento de los protocolos de salubridad, no solo en el transporte informal, sino también en el formal.
El déficit de personal municipal y policial, sostiene el funcionario, no ha permitido controlar en su totalidad el servicio. De los 70 inspectores que tienen, unos 15 tienen licencia por ser personas con riesgo al contagio. Mientras que cerca de 20 dieron positivo al virus y guardan cuarentena.
No obstante, con apoyo de la Policía y Ejército, ahora se elaborará un nuevo plan de operativos para hacer cumplir el aforo en los buses autorizados y erradicar la informalidad.
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