Cercado. La región de Arequipa cerrará junio con poco más del cuádruple de muertes por coronavirus con respecto a mayo. El virus de Wuhan se había cobrado la vida de 66 personas hasta finales del mes pasado. La mortalidad en mayo oscilaba en 1,8 por ciento. Hoy, con más de 12 mil infectados y casi 300 muertos, la letalidad del covid-19 trepó a 2,5 por ciento, 0,7 puntos porcentuales más que el mes pasado. Esto quiere decir que 25 de cada mil infectados podría morir víctima de la enfermedad si no recibe atención en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
En esa estadística se hallaría la décima víctima de la policía: Luis Apaza Huillca. El suboficial de Carreteras falleció ayer luego de una larga espera para ser trasladado a la UCI de una clínica de Lima. En más de cuatro días de búsqueda, sus familiares no hallaron una disponible en Arequipa. Ellos cuestionan la desidia de las autoridades policiales por no apresurar su traslado.
La disposición del comando de suspender las actividades de “manera responsable” en entidades públicas y privadas, que rige hasta mañana, pretende equilibrar el colapsado sistema de hospitalización de enfermos de coronavirus en los hospitales Honorio Delgado (Minsa) y Carlos Seguín Escobedo (Essalud).
“Es parte de nuestra realidad sanitaria que trae como consecuencia el camino del desenlace”, indicó el especialista en salud pública, Gustavo Ortega.
“El 80% de la población es asintomática y el 15% hará síntomas leves y moderados y el 5% ingresará a una UCI, es allí donde se juegan su oportunidad (de vivir)”, apuntó.
Este 5% postrado en una cama de UCI lo constituyen, principalmente, adultos mayores que dependen de un respirador artificial para seguir con vida. Según el último reporte de la Sala Situacional de Arequipa, al menos 220 personas mayores de sesenta años fallecieron a causa del coronavirus, mientras que solo dos personas menores de 30 años dejaron de existir víctimas de dicho virus. Una de ellas era menor de edad, la otra oscilaba entre los 18 y 29 años.
El Gobierno central levantó, el último viernes, la cuarentena con excepción de siete regiones, entre ellas Arequipa, que -según estadísticas del Ministerio de Salud- posee un ascenso en el nivel de la pandemia. Esta semana se reanudarán el transporte público de pasajeros, el servicio de taxis y algunos mercados de la plataforma Andrés Avelino Cáceres, así como algunas actividades no esenciales.
Para el doctor Ortega, en este contexto de pandemia, la coexistencia entre la reactivación económica y la salud pública se dificulta debido a que “nuestra sociedad no es uniforme cultural ni económicamente”.
En tanto, el gobierno regional emprendió, el pasado 19 de junio, la campaña Barrio Seguro, que busca descartar casos de coronavirus casa por casa. Si la prueba rápida sale positiva, el equipo médico suministra al infectado la ivermectina, un medicamento que, en las últimas semanas, ha remediado con más eficacia los síntomas del virus.
El tamizaje, iniciado en el distrito «caliente» de Cerro Colorado, reveló que al menos 18 personas eran portadores del nuevo coronavirus. “La administración de cualquier medicamento debe estar asociada a la explicación de su uso y debe estar ligada a la prescripción médica, por ello en las tres etapas de la visita domiciliaria debe incluirse ello en el segundo equipo consignando datos relevantes del paciente”, señaló Ortega.
Y aunque al cierre de esta edición los decesos por covid-19 en la región suman 294, el evidente subregistro de muertes sugiere que fallecieron muchos más. Según el último número del semanario Hildebrandt en sus trece, al menos 27.830 personas perecieron en el país a causa del virus: el triple de las cifras oficiales.
“La mejor mascarilla a usar será siempre la distancia social, lo que significa que cada quien debe estar guardando en su domicilio el confinamiento, postergando las visitas para el final de la emergencia sanitaria», exhortó el especialista.
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