Ante el crecimiento vertiginoso de los contagios en la ciudad de Juliaca, provincia de San Román, el gobernador regional de Puno, Agustín Luque Chaiña, ayer recompuso el Comando Regional COVID-19 Puno, y luego de una reunión con el titular de la Dirección Regional de Salud de Puno (Diresa), Jorge Montesinos; dispuso acciones agresivas para detener la curva, que hasta ayer se presentaba amenazante.
En la última semana, Juliaca ha mostrado reportes grises, por casos positivos en aumento que duplicó a la ciudad de Puno y que acumula el 90% de las muertes de la región: de 24 casos, 21 son esa provincia.
Así, con Resolución Ejecutiva Regional 178-2020, se separa del cargo a Roel Oré Quispe, y el Comando Regional COVID-19 Puno, es presidido por Fredy Velázquez Ángles, director del hospital Carlos Monge Medrano de Juliaca.
«El motivo de esta recomposición es reforzar el Comando y dar prioridad a la provincia de San Román, donde está creciendo los casos positivos, según los reportes actuales», dijo Luque.
ACCIONES DRÁSTICAS
El gobernador regional se mostró de acuerdo con la propuesta del Comando Provincial COVID-19 San Román, que recomendó la inmovilización total de la ciudad de Juliaca por 10 días, para frenar los contagios y eventuales muertes.
Además adelantó que convocaría a los generales de 4ta Brigada de Montaña y la X Macrepol Puno para afianzar el control y cumplimiento de la cuarentena y toque de queda. «Somos conscientes que la presencia policial y militar ha bajado, pero invocamos a la población a respetar la emergencia. No vamos a esperar a tener más contagios y fallecimientos para tomar acciones», concluyó.
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