Arequipa. A inicios de este año, nadie se imaginaba que un virus atacaría a nuestro país. Mucho menos los guías de turismo, que tras tres meses de temporada baja en la región (diciembre, enero y febrero), se preparaban para incrementar, al fin, sus ingresos a partir de la primera quincena de marzo. Empero, unas semanas antes del anuncio del primer caso de COVID-19 en el Perú, ya se estaban presentando algunas cancelaciones de los paquetes comprados.
No obstante, ninguno de los más de 1.000 guías de la región se imaginó que la suspensión de las reservas caería en un 100%, al igual que sus ingresos. Ellos ganaban en promedio entre S/ 1.500 y S/2.500 al mes, dependiendo del número de días y turistas que guiaban.
Sin embargo, la proyección para la reanudación de sus actividades no es de las más esperanzadoras, puesto que la reducción de sus salarios se verá agravada por diversos factores como el temor a viajar de los turistas, en su mayoría europeos. A esto se suma la adecuación de los protocolos de seguridad, prevención y control de la COVID-19, que solo les permitirá trabajar con grupos pequeños, es decir, de 40 personas pasarán a 8 o 10 como máximo.
Asimismo, las visitas guiadas ya no se realizarán en monasterios o monumentos debido a que son espacios reducidos y pondrían en riesgo la salud de los turistas y los guías, señaló Álvaro Benavente, presidente de la Asociación de Guías Oficiales Profesionales de Turismo de Arequipa (Adegopa).
Estas medidas, se prevé, durarán por lo menos hasta finales del próximo año, mientras no se encuentre la vacuna contra el coronavirus.
Por ello, requieren que su sector sea declarado en emergencia, puesto que los miembros de la asociación necesitan un plan de contingencia que les permita dinamizar su sector y generar ingresos ya que su situación se agudiza más si se tiene en cuenta que no han recibido ningún bono o ayuda económica y la mayoría de ellos ha tenido que optar por otras labores.
Comentarios de Facebook