Arequipa vuelve a figurar entre las regiones con mayor incidencia de corrupción en el país. Entre enero y julio de este año se registraron 201 casos, lo que representa el 3 % del total nacional, según el Reporte N.° 7 “Mapas de la Corrupción” de la Defensoría del Pueblo.
La cifra confirma que la corrupción sigue siendo un problema estructural en la región. No es un hecho aislado. Es una práctica persistente dentro de la administración pública.
Del total de casos reportados, 196 se encuentran en etapa de investigación preliminar. En esta fase, el Ministerio Público reúne indicios para determinar si corresponde formalizar una investigación preparatoria. El dato revela que la mayoría de denuncias aún no supera el primer filtro del proceso penal.
El informe identifica al peculado de uso como uno de los delitos más frecuentes en Arequipa. Se contabilizan 55 casos, equivalentes al 4 % del total nacional en esta modalidad. Este delito ocurre cuando funcionarios o servidores públicos utilizan de forma indebida bienes o recursos del Estado.
La Defensoría del Pueblo advierte que estos ilícitos están estrechamente ligados a la gestión de recursos públicos, los procesos de contratación y las decisiones discrecionales dentro de las entidades estatales. En estos espacios, los mecanismos de control interno resultan insuficientes o ineficaces.
El reporte también señala que las municipalidades concentran la mayor cantidad de casos de corrupción en la región. Esta situación evidencia graves deficiencias en los sistemas de fiscalización y control, lo que incrementa el riesgo de irregularidades en la administración pública local.
El panorama expuesto vuelve a encender las alertas sobre la necesidad de fortalecer los controles, mejorar la transparencia y acelerar las investigaciones para evitar la impunidad.

