Un estremecedor testimonio fue brindado por la estudiante Helen Lizbeth Coaquira Mamani ante la Fiscalía Provincial Penal de Huancané, a cargo del fiscal Wilfredo Flores Espillico, en el marco de las investigaciones por la muerte de diez personas en el incendio ocurrido el pasado 4 de diciembre en el local Calma Tripas.
De acuerdo con su declaración, la estudiante relató que estuvo en el local junto a su amiga Rossy Gabriela Huanca Ramos para preparar una sorpresa de cumpleaños para su enamorado, Diego Machaca Apaza. Tras compartir la torta, se retiró por insistencia de su madre; sin embargo, a pocos metros del lugar advirtió humo y observó cómo los propietarios y trabajadores salían apresuradamente, pese a que en el interior aún permanecían sus compañeros.
Coaquira Mamani intentó ingresar al segundo piso para auxiliarlos, pero las llamas y la explosión de un balón de gas se lo impidieron. En su desesperación, narró: “Ahí es cuando salí a la calle y comencé a gritar y decir que saquen a mis compañeros, mis compañeros están arriba ayúdenme. También les grité a mis compañeros…”. Al no recibir ayuda, volvió a ingresar por la puerta del consultorio dental contiguo, donde encontró a Rosa Yamira Nahomi Quispe Aquise actualmente no habida y a José Javier Huanca Coila, quien permanece con detención preliminar.
La estudiante señaló que pidió un mantón mojado para intentar rescatar a los jóvenes atrapados, pero recibió respuestas que reflejarían inacción de parte de los responsables.
Indicó que Rosa Quispe incluso mencionó estar preocupada por su mascota mientras reconocía que los jóvenes seguían en el segundo piso. “Ahí nuevamente le digo a la señorita, dame un mantón mojado tengo que sacar a mis compañeros ahí me dice , mi perrito estaba arriba qué voy hacer, y también me dice los jóvenes están arriba y yo le dije sí…”, indicó.
Pese a la llegada de la Policía, afirma que no recibieron apoyo inmediato. Un agente le habría asegurado que solo había un niño dentro y que ya había sido rescatado, cuando en realidad varios de sus compañeros seguían atrapados. Otros jóvenes intentaron romper una ventana y apagar el fuego con escaleras, pero el siniestro ya había avanzado.
En otro punto de su declaración, Coaquira advirtió que sus compañeros y demás jóvenes pudieron haberse salvados si no hubiesen sido encerrados. “Si la puerta que dividía el local encima del consultorio no habría estado cerrado con candado mis compañeros con otros jóvenes hubieran podido salvarse…”, afirmó.
Cabe resaltar que también señaló que al salir del local vio a tres señoritas que estaban por ingresar, pero huyeron al ver las llamas; sin embargo, una de ellas, Sadith Huancantara Clavijo, regresó por su celular y ya no pudo escapar.
El testimonio de la estudiante será determinante para esclarecer responsabilidades.
Comentarios de Facebook