Estimado Julio:
Te recuerdo con mucho cariño y respeto, pero no sé si tú te acuerdas de mí. Fernando me había encomendado mi primera misión: realizar un estudio de mercado en supermercados de Lima. Tenía 24 años, aún no terminaba la carrera y el puesto de jefe de marketing estaba disponible. Soñaba con conseguirlo. Como asistente, me invitaron a exponer los resultados de mi investigación en una reunión de la organización.
En la reunión estaban Víctor, Fernando, otros socios, accionistas y asesores y también tú. Sinceramente no recuerdo exactamente qué me preguntaron, pero sí mi respuesta insegura:
—No sé si lo pueda hacer.
—No hay NADA que NO puedas hacer —respondiste de manera sabia y amable.
Tu consejo me ha ayudado mucho en la vida y aprovecho esta carta para agradecerte.
Pero también te quiero comentar que hoy, más de 20 años después, la ISO 20022 es el nuevo “sistema operativo” silencioso del dinero digital. En 2025, cubre la mayoría de los pagos de alto valor en el mundo. En Perú y América Latina, el tren ya está en marcha, pero no todos viajan en primera clase: los bancos centrales avanzan, mientras que muchos ciudadanos aún desconocen que esta norma definirá cuán inclusivo, vigilado o innovador será su futuro financiero.
¿Qué es y por qué importa?
ISO 20022 es un estándar global de mensajería financiera que establece cómo viajan los datos de pagos, valores, divisas y comercio, usando formatos ricos, estructurados y legibles por máquina. Esto permite pagos más rápidos, menos errores y mejor automatización para cumplimiento, conciliación y lucha contra el fraude.
Impactos favorables para ciudadanos.
Para personas y pymes, ISO 20022 habilita pagos más rápidos y trazables, menos rechazos “misteriosos” y una mejor experiencia en remesas, comercio electrónico y servicios del Estado digital. El dato rico y estandarizado abre espacio para fintech y startups de open finance que ofrezcan conciliación automática, scoring alternativo y servicios personalizados sobre la misma “gramática” de datos que usan los grandes bancos.
Riesgos, asimetrías y agenda de innovación.
El mismo dato abundante que impulsa la innovación también potencia la supervisión, el perfilamiento y el bloqueo de operaciones, con riesgos de vigilancia excesiva, exclusión algorítmica y concentración de poder en infraestructuras críticas. Sin una política pública que combine estándares como ISO 20022 con derechos digitales, soberanía de datos y una estrategia financiera inclusiva, Perú y la región corren el riesgo de ser meros “usuarios finales” de reglas definidas fuera, en vez de cocrear el futuro del dinero para sus ciudadanos.
Hoy, agradecido con tus palabras, con humildad te devuelvo el mismo consejo: “NO hay NADA que usted no pueda hacer en este tema por los ciudadanos peruanos.”
Proteger a los ciudadanos peruanos frente a ISO 20022 y la digitalización de pagos exige una estrategia legal, tecnológica y de política pública, no solo técnica. Se trata de decidir quién controla los datos financieros, cómo se usan y qué salvaguardas tienen las personas en un sistema cada vez más interoperable, vigilado y automatizado.
El Perú cuenta con usted.
Me despido deseándole unas felices fiestas, y como siempre a su servicio.
Felipe.
Esta columna es posible gracias al auspicio de Sin Fronteras, la Academia de la Singularidad, Vichayito Village, Pier Point Máncora, Barras Saludables Nut’s & Co., Cluster Disruptiva y Sal Amazónica de Pilluana.
Hoy, este DJ de periódico le dedica a Don Julio, mis mentores Victor y Fernando y a l@s emprendedor@s chéveres que siguen esta columna a Zoe ft. Enrique Bunbury y su canción “Nada”.

