A quemarropa y sin darle opción de escapar, Jhon Jeanfranco Manuel Quiñones Supo (20) fue acribillado la madrugada de ayer en el Asentamiento Humano Bares Renacer, en La Pampa, Chala (Caravelí). El joven había salido de un bar donde estuvo bebiendo con un amigo y, según las primeras indagaciones, habría recibido una llamada que lo hizo abandonar el local. Apenas avanzó unos metros por la Av. Arequipa, dos sujetos lo interceptaron y le vaciaron una cacerina entera.
En el lugar se encontraron 14 casquillos, evidencia de la brutal ejecución.
Testigos señalaron que Quiñones ya parecía estar siendo vigilado o ‘centrado’, pues desde que dejó una discoteca y se dirigió al segundo bar, dos motociclistas rondaban la zona.
Los disparos dirigidos a la cabeza y torso revelan que el objetivo era eliminarlo sin margen de error.
Tras el ataque, los asesinos huyeron en una moto lineal que arrancó a toda velocidad. La Policía busca al acompañante del fallecido, quien desapareció después de la balacera y sería clave para conocer qué motivó al joven a salir del bar justo antes del ataque.
Los agentes no descartan que se trate de un ajuste de cuentas, debido a la forma en que se cometió el crimen. Además, revisan los antecedentes de Quiñones, quien meses atrás fue detenido en Ocoña por usar documentos falsos y manejar una motocicleta robada.