Una grave denuncia ha generado preocupación y rechazo ciudadano en Puno. La Policía Nacional habría puesto en riesgo la infraestructura de la Catedral de Puno, monumento histórico que actualmente se encuentra en proceso de restauración, al colocar anclajes directamente incrustados en la fachada para sostener una carpa utilizada durante la ceremonia por los 37 años de creación de la institución policial.
La instalación fue realizada sin autorización y sin ningún criterio técnico, pese a que el templo es un bien cultural en plena intervención por parte del Ministerio de Cultura. La carpa fue levantada para proteger del sol a autoridades e invitados, pero los anclajes se fijaron sobre una zona que presenta trabajos delicados de conservación.
La indignación de la ciudadanía aumentó al conocerse que los soportes se colocaron (cables) exactamente en el área donde los especialistas realizan mantenimiento especializado, y donde días atrás se retiraron las antiguas puertas de madera para su restauración.
El titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Puno, Edmundo Cordero Maldonado, confirmó que no se emitió ninguna autorización para intervenir la fachada y advirtió que toda modificación o perforación en un monumento histórico representa un riesgo estructural y una infracción grave.
Se espera que las autoridades policiales aclaren las circunstancias de lo ocurrido y que el Ministerio de Cultura evalúe los posibles daños.
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