La Beneficencia Pública de Puno acudió la mañana del miércoles a la vivienda de la señora Guillermina Hucanani Churata, ubicada en la tercera cuadra del jirón Azángaro, en el barrio Huáscar, para entregarle ayuda alimentaria y apoyo social.
RESPONDEN A LLAMADO
La visita estuvo encabezada por Marylin Lanza Arocutipa, presidenta del Directorio, junto a su equipo técnico de los programas de asistencia alimentaria y compensación social. Guillermina, de 65 años, cuida sola desde hace más de un año y medio a sus tres nietos de 10, 7 y 4 años, luego de que ambos padres se ausentaran.
Gracias a la difusión del caso por Sin Fronteras, la Beneficencia la incorporó como nueva beneficiaria y le entregará canastas mensuales, además de apoyo psicológico mediante convenios con el CEM y el programa Warmi Ñam.
MADRE REAPARECIÓ
Sin embargo, el hecho más llamativo ocurrió durante la visita: la madre de los niños llamó por teléfono, pero lejos de mostrar preocupación, increpó a su madre por “denunciarla” y cuestionó si pensaba demandarla por alimentos.
Según contó doña Guillermina, la mujer vive en Puerto Maldonado y recién ahora aceptaría aportar una manutención mínima. El padre también se comunicó y recién acudiría el lunes.
La Defensoría del Pueblo y otras instituciones ya se han contactado para brindar apoyo adicional. Mientras tanto, Guillermina continúa asumiendo sola el cuidado de los pequeños, a la espera de que las autoridades garanticen su bienestar.

