El presidente confirmó que pidió facultades legislativas al Congreso para reorganizar la institución y enfrentar la infiltración criminal en los penales
El presidente José Jerí anunció que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) afrontará una transformación profunda que implicará su desaparición en su forma actual, como parte de las facultades legislativas que su gobierno solicitó al Congreso. El mandatario explicó que la propuesta apunta a cambiar por completo el concepto, el tratamiento y la operación del sistema penitenciario.
“Dentro de las facultades que hemos pedido al Congreso está la reorganización, el cambio de concepto y de tratamiento. El INPE va a desaparecer”, afirmó durante una entrevista con el periodista Beto Ortiz. Añadió que el proceso busca extinguir el modelo vigente para dar paso a una nueva estructura con otros principios y estándares.
Jerí recordó que esta necesidad de reingeniería ya había sido expuesta por el presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, quien advirtió que las cárceles enfrentan una grave crisis debido a la presencia de organizaciones criminales que ejercen “un alto grado de control” dentro de los penales. Álvarez adelantó, además, que la reforma incluirá cambios de autoridades, una nueva filosofía institucional y la incorporación de principios semicastrenses en la formación de agentes penitenciarios.
El mandatario reconoció también la existencia de corrupción interna, aunque destacó que dentro del INPE aún hay servidores comprometidos. Como ejemplo, relató que un trabajador se le acercó para informarle que las máquinas de escaneo en los ingresos de los penales no están operativas, pese a tener a su supervisor detrás. Para Jerí, este gesto evidencia que aún “hay buenos elementos” dispuestos a corregir deficiencias.
Sobre la seguridad ciudadana, Jerí defendió la decisión de implementar estados de emergencia, argumentando que estas medidas permiten a las fuerzas del orden actuar con mayor rapidez y firmeza. Aunque admitió que los resultados aún no se reflejan del todo en la reducción del crimen, destacó una mayor presencia policial en las calles y una mejor percepción del trabajo del Gobierno.
El jefe de Estado atribuyó la debilidad actual de las instituciones de seguridad a “varios gobiernos anteriores” y reiteró que su administración busca revertir esa situación con cambios estructurales.

