Durante dos días, miles de jóvenes participaron en una jornada de oración, música y encuentro encabezada por el arzobispo de Arequipa, Mons. Javier Del Río Alba, reafirmando su compromiso con la fe y la esperanza
El fervor juvenil volvió a llenar el Santuario de la Virgen de Chapi, donde más de 8,500 jóvenes de distintas parroquias, colegios, universidades y movimientos participaron en la XIII Fiesta Juvenil de la Fe, una de las celebraciones más esperadas de la Arquidiócesis de Arequipa.
El encuentro se desarrolló desde la noche del viernes 31 de octubre hasta el mediodía del sábado 1 de noviembre, en el marco de la solemnidad de Todos los Santos. La jornada fue presidida por Monseñor Javier Del Río Alba, arzobispo de Arequipa, acompañado por Monseñor Raúl Chau Quispe, obispo auxiliar, sacerdotes, religiosas, seminaristas y catequistas.
La celebración comenzó con el ingreso en procesión de la imagen de la Virgen de Chapi, recibida entre aplausos y cantos. Luego se realizó la Exposición del Santísimo Sacramento, el rezo de las Vísperas y la predicación de Monseñor Del Río, quien, inspirándose en el evangelio de las bodas de Caná, invitó a los jóvenes a vivir la verdadera alegría que solo proviene de Dios. “Quien tiene el vino nuevo del Espíritu Santo no necesita buscar alegrías pasajeras”, afirmó.
Pasada la medianoche, el ambiente se transformó en un festival musical que combinó alabanza y energía. El grupo colombiano “Estación Cero” y el Ministerio de Música de la Arquidiócesis animaron a los asistentes con ritmos de música católica urbana, cantos y testimonios de fe, generando un ambiente de comunión y fraternidad.
Durante la mañana, decenas de sacerdotes ofrecieron el sacramento de la Reconciliación, permitiendo a los jóvenes acceder a la indulgencia plenaria del año jubilar. El encuentro culminó con la Santa Misa, presidida por Monseñor Del Río, quien recordó que las bienaventuranzas son el camino para reflejar el rostro de Jesús y vivir una vida santa.
“Confíen en Dios, déjense guiar por Él, incluso ante las presiones del mundo. Dios puede hacer grandes cosas en sus vidas, como lo hizo con María y con los santos”, exhortó el arzobispo durante su homilía.
Con la bendición final, los jóvenes emprendieron su regreso llenos de entusiasmo, esperanza y fe renovada. La XIII Fiesta Juvenil de la Fe reafirmó que Arequipa sigue siendo una Iglesia joven, viva y misionera, donde los jóvenes son protagonistas en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.

