Carlos Madrid Peña murió baleado por sicarios que lo esperaban en la calle cuando salía de celebrar su cumpleaños número 23, en un violento ataque que también dejó un segundo fallecido y dos heridos entre sus acompañantes.
Los agresores, cuyas imágenes fueron captadas por cámaras de seguridad durante el previo reglaje, emboscaron al grupo con múltiples disparos que los presentes no pudieron evitar, truncando la vida del joven en lo que debería haber sido una noche de festejo.
Las primeras investigaciones señalan que el móvil del crimen sería un ajuste de cuentas entre bandas criminales que operan en Tumbes, ciudad azotada por este tipo de violencia.
La víctima tenía antecedentes por tenencia ilegal de armas según confirmaron fuentes policiales. Este patrón delictivo repite la metodología de sicariato que utiliza el reglaje previo y ataques sorpresa, mostrando la audacia de los grupos criminales que actúan con total impunidad.
La muerte de Madrid Peña el mismo día de su cumpleaños representa otro caso de sangre que mantiene en alerta a la población de Tumbes.