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Juliaca: Masacran a chofer y roban camioneta

1. MASACRAN A CHOFER FOTON

¡Violento asalto! La madrugada de ayer, un chofer fue víctima de un violento asalto a mano armada en la urbanización La Capilla de Juliaca, hecho que evidencia una vez más la inseguridad en esta localidad.

La víctima, identificada como Diego Alture Ticona (36), fue atacado brutalmente por tres delincuentes armados que se llevaron la camioneta Toyota Hilux blanca, de placa VAJ-787, propiedad de la empresa donde labora.

MINUTOS DE TERROR

La víctima relató que llegó a Juliaca cerca de las 9:00 p.m. del jueves, después de cumplir su jornada de trabajo y conducir la unidad desde otra ciudad.

Al no poder ingresar la camioneta a su vivienda debido a las obras de pavimentación que iniciaron en su calle, decidió estacionarse a unos pasos y dormir dentro para cuidarla.

Desafortunadamente, cerca de la 1:30 de la madrugada, tres sujetos armados lo sorprendieron abriendo ambas puertas. Lo encañonaron, lo golpearon y patearon en el rostro y la cabeza, y lo retuvieron por casi 20 minutos hasta encontrar la llave de contacto para encender la unidad.

Pese a los gritos de auxilio, ningún vecino pudo socorrerlo. Uno de ellos vio el asalto desde su ventana, pero fue apuntado con un arma.

En casi veinte minutos de agresiones, la víctima terminó con el rostro hinchado y ensangrentado, y el cuerpo con moretones, mientras los sujetos fugaron en dirección a la avenida Andrés Avelino Cáceres.

GPS DESACTIVADO

Un detalle que agrava el caso es que el GPS de la camioneta había sido desactivado tres días antes, lo que dificulta rastrear el vehículo.

Con el rostro hinchado y aún en estado de shock, el conductor pidió a la ciudadanía colaborar con información sobre la ubicación de la unidad por lo que puso a disposición el número 960 188 668. La propietaria del Toyota Hilux es Rocío Milagros M.S.

DEMORA POLICIAL

Otra vez, la crítica más dura recae en la Policía Nacional, pues los agentes de la Seprove Juliaca recién llegaron a la zona pasadas las 11:00 de la mañana, casi diez horas después del atraco.

La demora evidencia una vez más la falta de reacción inmediata frente a hechos violentos.

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