Puno consume agua con niveles altos de arsénico. Así lo señala un informe de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Puno, que alerta sobre la presencia de este metal en el agua potable, superando los límites máximos permisibles.
Los análisis realizados entre diciembre de 2024 y junio de este año, revelan que EMSA Puno opera el sistema principal donde se registraron concentraciones críticas de contaminantes en planta de tratamiento.
La salida mostró arsénico de 0.01201 mg/L y sodio de 201 mg/L, excediendo ambos parámetros según los estándares reglamentarios.
DISTRITOS
Los distritos de Ichu, Chucuito y la comunidad Capullani registraron la misma problemática con niveles nulos de cloro residual detectados. Amantaní registra ausencia completa de cloro residual en reservorios que abastecen la población insular.
Cabanillas representa el caso exitoso con agua de manantiales que cumple todos los estándares de calidad vigentes. Las localidades de Deustua y Tincopalca demostraron «cumplimiento total de la normativa», según análisis de diciembre 2024. Los manantiales proveen agua subterránea apta con desinfección simple.
Las cámaras de comprensión Jakarapi y Población Sulluta confirmaron calidad óptima en parámetros evaluados por laboratorio. Los resultados verificaron que «todas las muestras cumplen con Límites Máximos Permisibles» del reglamento.
Esta situación contrasta marcadamente con hallazgos de otros distritos.
Juliaca mostró resultados favorables en análisis de aceites y grasas del Hospital Carlos Monge Medrano operado por SEDA. Las muestras registraron valores de 0.01 mg/L y 0.03 mg/L en agosto de 2025.

