Confianza, traición y atrocidad. El Poder Judicial dictó nueve meses de prisión preventiva contra Wilber Mamani Quispe (31), acusado por presuntamente ultrajar a una adolescente de 14 años, a quien llamaremos “Yudi”.
El hombre, que trabajaba como albañil y tenía la confianza de la familia, terminó traicionando esa cercanía para cometer sus delitos.
EL ABUSO
La investigación de la Policía Nacional reveló que, tras cada ultraje, el acusado entregaba 5 soles a la víctima para silenciarla y la amenazaba para que no contara las agresiones que sufría a sus padres.
El abuso sexual se repitió en tres ocasiones. Según la denunciante, las dos primeras veces sucedieron en el patio de la vivienda, y la última vez en su dormitorio.
ASÍ FUE DESCUBIERTO
Es así que el 26 de agosto, la madre de la víctima descubrió la agresión y alertó de inmediato a la Policía.
Al verse descubierto, el investigado intentó escapar por el techo y, cínicamente, trató de convencer a los padres para “arreglar” el hecho.
La familia rechazó la absurda propuesta y pidió la intervención inmediata de los efectivos de San Miguel, quienes lo detuvieron en flagrancia.
CONFIANZA ROTA
Se conoció que el imputado trabajaba desde hace 10 años junto a los padres de la víctima en construcción, por lo que ingresaba con facilidad a la casa,y aprovechaba los momentos en que la adolescente de 14 años se quedaba sola.
PRISIÓN PREVENTIVA
El fiscal adjunto, Raúl Quilla Faijo, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de San Román, sustentó ante el juez que se reunieron los suficientes elementos que demostraron los abusos y la flagrancia, consiguiendo que el juez ordene nueve meses de prisión preventiva contra Wilber Mamani.
El imputado afrontará la investigación por el presunto delito de violación sexual en agravio de una menor tras las rejas hasta la decisión final del juez.
En tanto, la familia de la víctima exige que el caso no quede impune y que la justicia sancione con severidad al acusado.