La construcción del puente de Pozo Negro, en Paucarpata, enfrenta su segunda paralización en lo que va del año, generando preocupación entre los vecinos. La primera suspensión ocurrió entre febrero y abril debido a las lluvias, con trabajos retomados en mayo. Sin embargo, desde hace más de diez días, la obra volvió a detenerse. Lo que hace temer a la población que los plazos se amplíen, cuando la promesa inicial del alcalde fue culminarla en agosto.
Los residentes denuncian que, además del retraso, existen deficiencias técnicas en la ejecución del proyecto que podrían poner en riesgo sus viviendas. Señalan que el muro de contención construido bloquea drenajes y deja a siete casas por debajo del nivel de la vía, lo que las expone a inundaciones durante la temporada de lluvias. A esto se suma el reclamo de que nunca recibieron el expediente técnico ni los planos de la obra, a pesar de haberlos solicitado varias veces.
Algunos vecinos cuestionan también la forma en que se ha elevado la vía. “Lo rellenaron y levantaron la pista un metro. Ahora ni los carros pueden entrar a nuestras casas”, expresó un morador, quien recordó que en el pasado él mismo construyó un pequeño muro para protegerse de los huaicos y que las autoridades habrían copiado esa solución improvisada en la obra oficial.
Frente a las críticas, el alcalde Marco Anco explicó que la nueva paralización responde a la petición de los vecinos para modificar la altura de la vía, reduciéndola a 50 centímetros. También se contempla ampliar la berma y colocar nuevos drenajes para evitar las inundaciones que se registraban antes de 2023 por lluvias.
Según la autoridad edil de Paucarpata, los trabajos se reanudarán el próximo viernes 5 de septiembre y el proyecto, que presenta un avance físico del 70%, se entregará a fines del mencionado mes.