Betssy Chávez, exjefa del Gabinete Ministerial anunció el radicalización de su huelga de hambre seca en el penal Anexo de Mujeres de Chorrillos en protesta por los maltratos que denuncia sufrir por parte del INPE.
A través de una carta testamentaria difundida por su abogado, Chávez señaló que le es “humanamente imposible” continuar resistiendo los abusos, que incluyen impedirle desplazarse a los servicios higiénicos, reglaje constante y amenazas de muerte.
La exministra, quien acusa al Instituto Nacional Penitenciario de tener como consigna su “deterioro continuo”, impidiéndole incluso asistir a diligencias judiciales, retomó esta medida extrema porque su agotamiento físico es total tras 15 días de protesta inicial.
Chávez solicitó realizar una videollamada para despedirse de sus padres y que sus restos sean entregados a su defensor, un dramático llamado que obliga a una investigación inmediata de las autoridades del sector Justicia sobre las condiciones de su reclusión.