Los restos de Lisbeth Érica Chañi Marca, joven brutalmente asesinada y descuartizada, fueron trasladados a Puno, tras ser entregados a sus familiares en la morgue de Juliaca.
Anoche se realizó el velorio en presencia de familiares y allegados. Hoy se realizará la misa de cuerpo presente en la iglesia San Antonio a las 11 de la mañana, seguida de su entierro en el cementerio de Laykakota.
Su madre, entre lágrimas, pidió justicia: “Miren cómo enterramos a mi hija… esto no debe volver a pasar. Él no actuó solo, pido que se investigue hasta el final”. La familia señaló que Lisbeth era el sustento de su hogar.
Como se recuerda, el principal acusado, Ronaldo Mamani Lorenzo, expareja de la víctima, se suicidó en la carceleta de la Divincri Puno, antes de brindar mayor información. La hermana menor de Lisbeth también exigió justicia y desmintió acusaciones:
“Nos culpan de la muerte del asesino, pero es mentira. Él sabía dónde estaba mi hermana. No actuó solo”. La familia solicita el apoyo del pueblo puneño para que el caso no quede impune.