El crimen organizado se ha infiltrado en la Policía Nacional, según denuncian agentes que temen por su seguridad.
Fuentes especializadas revelan que bandas criminales colocan a sus miembros en academias policiales para obtener información sobre los operativos, como demostró el reciente asesinato de un efectivo en San Juan de Lurigancho a manos de su propio compañero.
“Es lamentable que nosotros como policías nacionales, nos enfrentemos a la delincuencia en esas condiciones, sin chalecos, sin buen armanento, a veces en las comisarías hay revólveres de los años 40, 50”, señaló un agente que integra una unidad especializada de la Policía.