Estaba conversando sobre los cambios que están ocurriendo en el mercado laboral. Me comentaron que este último, enfrenta su mayor transformación desde la Revolución Industrial. Según el Foro Económico Mundial (FEM), entre 2025 y 2030 desaparecerán millones de empleos. En contra parte, se crearán otros millones de nuevos roles. Esta metamorfosis, impulsada por inteligencia artificial (IA), computación cuántica y sostenibilidad, exige una preparación urgente.
Los trabajos rutinarios y administrativos lideran la lista de extinción. Cajeros, empleados postales, asistentes administrativos y operadores de call centers enfrentan riesgos de desaparición de hasta el 35%, según el FEM. La IA generativa ya impacta a uno de cada cuatro trabajadores globales, automatizando tareas como atención al cliente o procesamiento de datos. Sectores como el de la administración pública, manufactura y logística sufrirán los mayores recortes.
Por otro lado, los nuevos empleos requeridos serán:
Tecnologías Cuánticas: La ONU declaró 2025 como el Año Internacional de la Ciencia Cuántica. Ingenieros cuánticos, especialistas en criptografía poscuántica y diseñadores de algoritmos serán clave en finanzas, farmacéutica y logística. IBM, Google y startups como Rigetti lideran esta revolución.
IA y Sostenibilidad: Los especialistas en big data (+110% de demanda) e ingenieros fintech (+86%) encabezan los empleos emergentes. A ellos se suman los éticos de IA y analistas de ciberseguridad con IA, cruciales contra deepfakes y fraudes.
Economía Verde: La transición energética generará varios millones de empleos para 2030. Expertos en energías renovables, vehículos autónomos y economía circular serán imprescindibles
El cambio no solo afecta qué trabajos existirán, sino cómo trabajaremos. El 40% de las habilidades necesarias cambiarán fundamentalmente, según el FEM, exigiendo una actualización constante de competencias. Las más valoradas serán el pensamiento analítico, creatividad, resiliencia, aprendizaje activo y alfabetización tecnológica.
Para navegar en este panorama cambiante, la adaptabilidad se vuelve crucial. Tanto trabajadores como empresas deben abrazar el aprendizaje continuo. Las organizaciones que invierten en recapacitación de su personal no solo retienen talento valioso, sino que se posicionan mejor para aprovechar las oportunidades emergentes.
La disrupción tecnológica es inevitable, pero el desempleo masivo no lo es. El mensaje es claro: la adaptabilidad es el mejor legado. Los empleos del mañana requieren curiosidad constante, pensamiento crítico y voluntad para reinventarse. La revolución ya comenzó; nuestra tarea es navegarla con audacia y solidaridad.
Hoy agradezco de manera especial al equipo de Ancestral y a sus productos de Melena de León.
Esta columna es posible gracias a Sin Fronteras, la Academia de la Singularidad, Cuentic, Vichayito Village, Pier Point Máncora, Barras saludables Nut´s & Co., Cluster Disruptiva, Sal amazónica de Pilluana y a los cafés sostenibles Mishqui Huayo y Forest Coffee.
Hoy saludo a todos los padres por su día, en especial a mi viejo, mis hermanos y amigos.
Y para no perder la costumbre, hoy te recomiendo a Joaquín Sabina con “19 Días Y 500 Noches”.
Que la fuerza te acompañe.