El obispo de Juli, Ciro Quispe López, insiste en actuar al margen de la ley pues pretende desalojar los ambientes donde funciona el Colegio de Alto Rendimiento (COAR) de Puno, con un poder revocado.
Ese inmueble es de la Iglesia Católica, pero administrada por las tres prelaturas: Sicuani, Ayaviri y Juli.
Para resolver el conflicto y ponerse al día en los alquileres que se deben desde enero, el gerente general del GRP, Óscar Macedo Cárdenas, convocó ayer a los tres prelados.
Precisamente, antes de las 15:00 horas asistieron a la sede regional los obispos de Ayaviri, Benigno Condori Chuchi; y el de Sicuani, César Augusto Huerta Ramírez. Ciro Quispe López, envió una carta notarial alegando que tomó conocimiento por sus pares, pero que no fue notificado.
¿MIENTE?
El gerente general desmintió al obispo juleño, mostrando los correos que envió a la Prelatura de Juli y lamentó que obstruya el diálogo. “El correo que se ha notificado es el mismo que figura en los documentos”, precisó, tras indicar que dicha reunión se ha corrido para el 19 de junio.
UBICAN A CIRO
A su salida, el obispo de Sicuani le enmendó la plana a Ciro Quispe y aseveró que él no podía desalojar al GRP por lo que llamó a la calma a los alumnos del COAR, ya que mientras no se pongan de acuerdo los tres obispos, el colegio seguirá funcionando.
Enfatizó que el inmueble donde funciona el COAR «tiene copropietarios», aclarando nuevamente a Ciro Quispe.