Icono del sitio Diario Sin Fronteras

El IKIGAI en el emprendimiento

EL IKAIGAI

Es recurrente que cada vez que recibo una consulta sobre emprendimiento, me repitan: “No sé por dónde empezar”. Mi respuesta siempre es la misma, saca al super héroe que llevas dentro y usa tu IKIGAI.

Más allá de la idea de negocio o las ganancias, existe algo más profundo que puede guiarte: el concepto japonés del IKIGAI. Imagínalo como tu «razón de ser», ese punto ideal donde convergen tu pasión genuina, tu misión en el mundo, tu vocación única y tu profesión sostenible. Descubrir tu IKIGAI no solo impulsa el éxito de tu negocio, sino que te permite construir una vida emprendedora con verdadero propósito y significado.

Emprender es más que crear una empresa; es una manifestación de quién eres. Tu IKIGAI conecta tu proyecto con tu esencia. Para explorarlo, pregúntate: ¿Qué amas hacer? Esa pasión será tu motor, especialmente ante los obstáculos. Luego, piensa: ¿Qué necesita el mundo que tú puedes ofrecer? Ahí reside tu misión: la oportunidad de resolver un problema real, generar un impacto positivo. Quizás se relacione con la sostenibilidad, mejorar tu comunidad o innovar en un sector que te apasione.

Continúa analizando: ¿En qué eres realmente bueno? Esa es tu vocación, tus talentos y habilidades únicas para ejecutar tu visión y diferenciarte. Recuerda seguir aprendiendo y puliendo esas habilidades. Finalmente, considera lo práctico: ¿Por qué te pueden pagar? Esta es tu profesión, la clave para un modelo de negocio viable que asegure la sostenibilidad económica, permitiendo que tu emprendimiento crezca y aporte valor a largo plazo.

Cuando logras alinear estos cuatro elementos vitales – lo que amas, lo que el mundo necesita, en lo que eres bueno y por lo que te pueden pagar – has encontrado tu IKIGAI emprendedor. Ya no se trata solo de una idea atractiva, sino de un proyecto integral que resuena contigo. Este descubrimiento se transforma en tu brújula interna, una guía constante. En los momentos inevitables de duda o dificultad, tu IKIGAI te recordará por qué iniciaste este viaje. Te brindará la resiliencia necesaria para perseverar ante la adversidad, la claridad para tomar decisiones estratégicas alineadas con tu propósito y una fuente de energía sostenible que trasciende el simple beneficio económico. Encontrar tu IKIGAI puede requerir tiempo, introspección y experimentación; considéralo un viaje enriquecedor.

Así que, antes de sumergirte por completo en la ejecución, dedica tiempo valioso a esta exploración interior. ¿Cuál podría ser tu IKIGAI emprendedor? No te limites a buscar una mera oportunidad de mercado; aspira a encontrar esa idea que te haga vibrar, que ofrezca una solución valiosa y necesaria, que capitalice tus fortalezas únicas y que, fundamentalmente, pueda sostenerse y crecer con integridad.

Hoy agradezco de manera especial al equipo de Ancestral y a sus productos de Melena de León.
Esta columna es posible gracias a Sin Fronteras, la Academia de la Singularidad, Cuentic, Vichayito Village, Pier Point Máncora, Barras saludables Nut´s & Co., Cluster Disruptiva, Sal amazónica de Pilluana y a los cafés sostenibles Mishqui Huayo y Forest Coffee.

Hoy te recomiendo a 3 Doors Down con su canción Kryptonite.

Te mando bendiciones.

Salir de la versión móvil