Carlos Guillén Moreau, uno de los seis internos fugados de Maranguita, fue detenido en Huaral tras liderar un violento robo a un local de prostíbulo.
Las cámaras lo muestran armado, reduciendo al vigilante y despojando a los clientes, antes de que la policía frustrara el atraco. Aunque intentó usar un alias, su identidad fue confirmada por agentes que reconocieron su vinculación con la fuga del 2 de mayo.
El operativo policial permitió su captura tras un breve enfrentamiento, evidenciando que el joven venezolano de 19 años nunca abandonó la actividad delictiva.
Tras ser trasladado a un centro de salud por lesiones menores, quedó bajo custodia por siete días mientras se investiga su participación en otros crímenes.