La policía desarticuló a una peligrosa banda que rendía culto a un ícono del terror llamado “Chucky”, pero su verdadero horror eran las extorsiones a comerciantes.
Los delincuentes, amenazaban con muñecos siniestros, como en el caso de una cebichería que denunció el cobro de “cupos”.
Durante el operativo en el asentamiento, se halló un arma de fuego, y otras evidencias.